Estados Unidos afirmó que no detectó un incremento sustancial de los cruces de migrantes a través de la frontera con México tras el levantamiento del Título 42, la política de expulsiones en caliente utilizada bajo el pretexto de la pandemia de covid-19.
El subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto, admitió sin embargo en una rueda de prensa que todavía es pronto para ofrecer cifras oficiales y aseguró que las autoridades permanecen atentas a cualquier suceso que ocurra en la frontera.
“Podemos afirmar que no hemos visto ningún aumento sustancial en la migración”, explicó el funcionario, quien no obstante dijo que las detenciones en la zona siguen siendo “elevadas”.
La Patrulla fronteriza de Estados Unidos detuvo a 2.500 migrantes en las últimas 48 horas antes de la terminación de la vigencia del Título 42, mientras que las autoridades evacuaron a cientos de personas que se habían concentrado frente a la puerta 40 de la valla fronteriza.
Tras el fin de la emergencia sanitaria en la medianoche del pasaso jueves, Estados Unidos dejó de aplicar el Título 42, que permitía expulsar en caliente a migrantes indocumentados sin posibilidad de pedir asilo por la pandemia, pero instauró otras restricciones en la frontera y comenzó a deportar mediante otra normativa conocida como Título 8.
Núñez-Neto advirtió de que a partir de ayer todas aquellas personas que crucen la frontera sin un estatus migratorio regular “no serán elegibles para el asilo”, serán expulsadas del país de forma rápida y puede que se les prohíba la entrada a Estados Unidos durante cinco años.
Al menos 24.000 agentes de la patrulla fronteriza vigilan la zona, además de los 1.500 soldados que el Pentágono estará desplegando de forma escalonada durante los próximos días.
El funcionario explicó que con el levantamiento de la emergencia sanitaria, las autoridades ya no están obligadas a hacer pruebas de covid a todos los migrantes, de modo que las detenciones ser harán de forma mucho más rápida.
Núñez-Neto pidió de nuevo a los migrantes que busquen vías legales para entrara a Estados Unidos y que “no hagan caso a las mentiras” de los traficantes de personas que ponen en peligro sus vidas al prometerles ayuda para cruzar la frontera.
El funcionario de migración aseguró que el número de citas disponibles para pedir asilo por internet se ha elevado hasta las 1.000 diarias, y animó a utilizar este procedimiento.
También recordó que los venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos pueden pedir a través de un internet un permiso humanitario para entrar en Estados Unidos si cuentan con un patrocinador en ese país.
Aquellas personas de estas nacionalidades que crucen la frontera sin permiso serán deportadas automáticamente a México, en lugar de sus países.
“Seguiremos supervisando cuidadosamente la situación sobre el terreno, incluidos los arrestos y el espacio en nuestros centros de detención”, afirmó.
De otro lado, La Casa Blanca calificó de “sabotaje” la resolución de un juez de Florida que ordena suspender una medida que permitiría la liberación de algunos migrantes irregulares que llegan a EE. UU. mientras esperan a que se complemente sus trámites.
En su rueda de prensa diaria, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, describió este viernes como “dañina” esa disposición judicial y anticipó que el Departamento de Justicia lidiará con ella.
“Vamos a usar las herramientas de las que disponemos para tratar este asunto”, dijo la portavoz, al tiempo que instó al Congreso del país a actuar para solucionar la situación migratoria.
Agregó que lo que está haciendo Florida “es una desgracia total”.