La presidenta argentina, Cristina Fernández, retomará sus funciones el próximo lunes, 18 de noviembre, con un «buen estado cardiovascular», más de un mes después de haberse sometido a una operación por un hematoma craneal.
«Se encuentra de alta cardiológica y en condiciones de retomar sus actividades formales a partir del lunes 18», anunció hoy el secretario de Comunicación Pública de Argentina, Alfredo Scoccimarro, en una breve comparecencia ante la prensa.
El portavoz presidencial leyó un parte médico de la clínica de la Fundación Favaloro, donde fue operada el pasado 8 de octubre, en el que se afirma que Fernández, de 60 años, está en condiciones de regresar a sus tareas habituales.
«Los controles clínicos y el Holter de 48 horas realizados a la presidenta Cristina Fernández han puesto en evidencia la ausencia de arritmia significativa y un buen estado cardiovascular», asegura el parte médico, que lleva las firmas de Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, y Gerardo Bozovich, director médico de ese centro de salud.
De acuerdo al parte, «al igual que en estudios previos, se observó un bloqueo intermitente en la rama de conducción eléctrica izquierda que no interfiere con unas normales frecuencia y función cardíacas».
Cristina Fernández, que se encuentra en el ecuador de su segundo mandato, fue intervenida por un hematoma craneal causado por un golpe que se produjo en circunstancias que aún no han sido aclaradas.
En el último mes, la presidenta se ha mantenido en absoluto reposo en su residencia oficial de Olivos, en las afueras de Buenos Aires, rodeada de sus hijos, Máximo y Florencia, y un muy reducido círculo de funcionarios.
Scoccimarro dijo que la jefa de Estado «continuará a partir de ahora con los controles de prevención secundaria, que incluirán, como ya se ha adelantado, una prueba de movimiento oscilatorio corporal y esfuerzos pendientes».
Eso se hará después del control por neuroimagen previsto para el 9 de diciembre con el fin de evaluar si puede hacer viajes aéreos.
El portavoz añadió que, «dado el retorno a un estado ambulatorio, las futuras comunicaciones sobre la evolución de la presidenta serán emitidas por la Unidad Médica Presidencial».
Fernández recibió el alta neurológica y quirúrgica el pasado sábado, un día después de haberse realizado una neuroimagen.
Scoccimarro no dio detalles de si la mandataria continuará con sus tareas de gobierno desde Olivos o si lo hará desde la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, o si su ritmo de trabajo incluirá actos públicos casi a diario, como era ante de la cirugía.
Medios de prensa locales especulan con que, a su regreso, la jefa de Estado pondrá en marcha cambios en su Gabinete de ministros, entre otras medidas.
Durante la baja médica de Fernández, el oficialismo ha sido duramente castigado en las urnas en las elecciones legislativas del pasado octubre.
En ausencia de la mandataria, el Gobierno está representado formalmente por el vicepresidente Amado Boudou, uno de los funcionarios peor valorados del Gabinete por su presunta vinculación con escándalos de corrupción, cuestionado incluso por algunos compañeros dentro del oficialismo.
En un acto en la localidad bonaerense de Florencio Varela, Boudou aseguró HOY que es «una alegría grande» el hecho de que Fernández haya recibido el alta cardiológica y se reincorporé el próximo lunes a sus tareas.
«Todos los días leíamos en los medios a los chismosos de la política. Y nosotros, en cambio, esperábamos el parte médico, con seriedad y con tranquilidad, sabiendo que ella estaba haciendo toda su tarea para estar muy fuerte porque ella ama al pueblo y lo que más quiere es estar cerca del pueblo», aseguró el vicepresidente.
«Presidenta, desde acá le decimos, extrañándola siempre, pero con mucha fuerza, cumpliendo las instrucciones: ni un día quedó de lado la gestión, ni un día el pueblo dejó de recibir las tareas que usted nos dejó para realizar en este tiempo. Estamos muy felices de que vuelva, muy felices del alta. ¡Fuerza Cristina!», añadió Boudou.
Buenos Aires, 11 nov (EFE).-