El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se apresura a rescatar su asediada candidatura frente a una creciente ola de presión para que se retire.
Se reunirá con gobernadores estatales demócratas preocupados el miércoles y luego, en los días siguientes, realizará una rara entrevista televisiva, una conferencia de prensa formal y visitas a estados indecisos.
La tarea inmediata de Biden: sofocar una rebelión interna antes de que llegue a un punto de inflexión que haga que su candidatura sea insostenible.
La consternación dentro de su partido por su desconcertado desempeño en el debate ha tenido más poder del que esperaba.
Las quejas anónimas inmediatamente después del debate del jueves pasado han dado lugar a más comentarios públicos ahora: algunos lo instan a renunciar, otros ofrecen sugerencias más amables y otros descartan sus posibilidades de victoria.
Descontento dentro del partido demócrata
Desde dentro de su propio partido, sólo el martes, un congresista demócrata sugirió que Biden se retirara, al igual que un candidato. Dos miembros del Congreso lo declararon electoralmente muerto.
«Tengo la esperanza de que tome la dolorosa y difícil decisión de retirarse», dijo en un comunicado el representante demócrata Lloyd Doggett de Texas, convirtiéndose en el primer congresista en funciones dentro del partido en poner su nombre a tal solicitud.
«Respetuosamente le pido que lo haga».
Comentarios de este tipo el martes pusieron en duda, quizás por primera vez, la capacidad de Biden para capear la tormenta posterior al debate.
En Colorado, un candidato demócrata al Congreso que casi derrocó a la actual presidenta de extrema derecha Lauren Boebert hace dos años, y que se presenta nuevamente, instó al presidente a retirarse.
«Sólo en política rara vez se dice lo obvio», afirmó Adam Frisch en una declaración en vídeo. «Merecemos algo mejor. El presidente Biden debería retirarse de esta carrera».
El ex miembro del gabinete Julián Castro dijo algo similar: «Existen opciones más fuertes para los demócratas. Tenemos un grupo de personas que creo que podrían hacer un mejor trabajo», dijo a MSNBC Castro, quien formó parte del gabinete de Barack Obama.
«Creo que los demócratas harían bien en encontrar un candidato diferente».
Congresista demócrata: «Trump va a ganar»
Dos miembros demócratas del Congreso predijeron rotundamente una derrota de Biden este otoño. Una del estado de Washington dijo que sólo podía soportar ver cinco minutos «dolorosos» del debate y dijo que Biden perderá ante Trump.
Otro de Maine escribió un artículo de opinión prediciendo una derrota de Biden: «Donald Trump va a ganar. Y eso me parece bien», dijo Jared Golden, calificando de exagerados los temores por el futuro de la democracia.
Para ser claros, esto contrasta enormemente con lo que dice la mayoría de los demócratas. Otros consideran que su victoria es esencial en una elección en la que Trump habla de castigar a los enemigos internos.
Mientras los demócratas se tambaleaban tras el debate, la Corte Suprema de Estados Unidos le dio otra ayuda a Trump: en un fallo de 6 a 3, los jueces dictaminaron que no puede ser procesado por acciones que estaban dentro de sus poderes constitucionales como presidente. Algunos han señalado que la decisión podría haber hecho imposible responsabilizar legalmente a Trump por su intento de robar las elecciones presidenciales de 2020.
La línea de otros demócratas es que esta carrera es demasiado importante para perderla. Uno de ellos ofreció una insinuación no demasiado sutil de que el presidente podría ayudar si se hacía a un lado.
El representante Mike Quigley dijo que los votantes están preocupados. Y si bien Biden, dijo, ha tenido una presidencia verdaderamente exitosa, cargada de logros legislativos, tuvo dificultades para llevar el caso contra Trump en un escenario de debate.
El congresista de Illinois sugirió que Biden podría ya no estar a la altura de la tarea de hacer campaña y podría ser un lastre para toda la fórmula demócrata.
«Tenemos que ser honestos con nosotros mismos y decir que no fue sólo una noche horrible. Pero no iré más allá de eso, por respeto… [por] Joe Biden», dijo Quigley a CNN.
«Es su decisión. Sólo quiero que aprecie en este momento cuánto impacta no sólo su carrera, sino todas las demás carreras [del Congreso y estatales] que se realizarán en noviembre».
