Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos rechazó hoy una ley de Texas que exige a los votantes mostrar en las urnas un carné de identidad, una medida que podría haber frenado la participación de las minorías negra e hispana en las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre.
La ley, proclamada en 2011 por el entonces gobernador republicano de Texas, Rick Perry, obligaba a los votantes a mostrar un carné con fotografía para poder ejercer su derecho al voto, pese a que en el país no hay un documento nacional de identidad y los ciudadanos no están obligados a disponer de esa identificación.
El fallo se produjo en el día límite establecido por el Tribunal Supremo de EE.UU., que había dado a dicho tribunal hasta el día de hoy para dar a conocer su decisión sobre el recurso presentado por Texas después de que la medida fue rechazada por otro tribunal, considerando la llegada de los comicios.
«Llegamos a la conclusión de que el tribunal de distrito no incurrió claramente en un error al determinar que la SB 14 tiene un efecto discriminatorio sobre el derecho al voto de las minorías en violación de la Sección 2 de la Ley de Derecho al Voto», escribió la jueza Catharina Haynes.
«La remitimos para un examen de procedimiento apropiado a la luz de la inminente elección general», agregó Haynes en referencia a la decisión de la corte de devolver el caso a un tribunal de distrito para examinar las reclamaciones de los demandantes sobre el propósito discriminatorio de la ley.
De esta forma, el tribunal del distrito deberá asegurarse de que se implemente «un recurso provisional» para evitar un efecto discriminatorio de la ley durante los siguientes comicios.
Los defensores de la ley argumentan que evita fraudes, pero sus opositores aseguran que, en realidad, busca impedir el voto de los pobres y las minorías.
En 2014, un juez de distrito en Corpus Christi (Texas), determinó que la ley impone «una carga inconstitucional sobre el derecho a voto, tiene un efecto discriminatorio inadmisible contra los hispanos y los afroamericanos y se ha impuesto con un propósito discriminatorio que es inconstitucional».
Leyes similares a la de Texas se han multiplicado en otros estados, como Carolina del Norte, desde que en 2013 el Tribunal Supremo invalidara una sección de Ley del Derecho al Voto que obligaba a los estados de «tradición conservadora» a recibir permiso del Gobierno antes de llevar a cabo modificaciones electorales.
En Texas, el segundo estado con mayor población hispana, 4,2 millones de latinos tienen derecho a votar, según datos del censo de 2010.
Washington, 20 jul (EFE).-