TORONTO. La semana pasada se conoció a un reporte que habla de los atrasos que existen con el Departamento de Inmigración y con el Consejo de Refugiados. Y es muy interesante notar que estamos viviendo todavía en modo pandemia con respecto a los casos atrasados.
La definición de casos atrasados, de acuerdo con el gobierno, son casos que han pasado de los estándares de tiempo de procesamiento. Por ejemplo, en un caso de matrimonio el estándar es un año, entonces empiezan a contar como casos atrasados después de que ha pasado ese año.
A pesar de que hubo un momento en el 2023, donde pareció que los casos se estaban agilizando, resulta que entre enero del 2023 y septiembre 30 del 2023 los casos atrasados subieron por 250,400 aproximadamente.
Teníamos un problema muy serio con las aplicaciones temporales, es decir las solicitudes para visas de turista, para visas de estudiante y para visa de trabajadores, y el gobierno tomó una medida muy silenciosa, porque solamente nos enteramos ahora, de que para poder solucionar el problema de los casos atrasados temporales le dieron instrucciones a los oficiales de que debían facilitar los procesos sin darle tanta importancia al monto de dinero que la persona tuviera, o no demostrar de que iban a venir, visitar y después regresarse a su país, que es lo que generalmente se hace con los casos de residencia temporal.
Tratando de solucionar ese problema, ellos crearon un problema mucho más grande porque se les facilitó la posibilidad de obtención de visa a muchas personas que si hubiesen aplicado la ley o los procedimientos como estaban anteriormente no se les hubiese dado una visa. Y también se le quitó el requisito de vista a varios países. Entonces lo que sucedió fue que lograron mejorar los tiempos de procesamiento para los casos temporales, pero que aumentó dramáticamente el número de personas que llegaron y pidieron refugio. Entonces salimos de un problema y nos metimos en otro, cerramos una ventana y abrimos una muchísimo más amplia. Entonces ahora tenemos un atraso muy serio en el Consejo de Refugiados y se estima que aproximadamente 100,000 casos están nuevamente estancados. Esto se había mejorado.
Algo que también está sucediendo es que el Consejo de Refugiados parece estar procesando los casos que han llegado de últimos y no respetando los estándares de procesamiento que teníamos antes. Hay casos que han estado esperando por una audiencia por más de año y medio y, sin embargo, otros casos que llegaron hace seis u ocho meses ya tienen su audiencia. En realidad no entiendo cuál es la lógica, porque lo único que se está haciendo es aumentar la ansiedad de las personas que siguen esperando una decisión sobre su caso.
En adición a todos estos problemas que estamos teniendo por cambios de política migratoria, también tenemos el problema que ya existe desde la pandemia, que es el problema de procesamiento de solicitudes de inmigración, como en casos de matrimonio, de trabajadores calificados, etc. Todos sabemos que con la intención de mejorar los procedimientos se han ido implementando programas tecnológicos y que, como el 95% de las solicitudes ahora tenemos que mandarlas digitales, el cliente tiene que abrir un portal y tenemos que poner toda la solicitud y toda la documentación en esos portales. Con los portales ha habido problemas, que son típicos de un sistema nuevo, fallas que tienen que ser solucionados, pero mientras el gobierno soluciona estos problemas, el cliente, o sea el aplicante, es el que sufre porque sus solicitudes son rechazadas o enviadas nuevamente porque se han perdido documentos.
De última el que sufre mientras el gobierno está arreglando los problemas técnicos son los clientes. Otro problema que se ha dado cuando empezamos con esta cuestión de hacer todo en línea, todo virtual, es que no hay una avenida de comunicación con el Departamento de Inmigración. Con el Consejo de Refugiados sí la hay, o sea, la comunicación funciona súper bien, fluidamente, pero con inmigración es prácticamente imposible.
Tienen muchísimas maneras que nos dan y que le dan al cliente para podernos comunicar con ellos, hay aproximadamente 12 diferentes formas de poderse comunicar supuestamente con una persona que pueda decir qué está pasando con el trámite. Pero con las soluciones que nos dan, cada una de ellas toma entre 30 o 10 días para recibir una respuesta. Y la mayor parte de las veces la respuesta que se recibe es un email genérico donde no te dan ningún tipo de respuesta, básicamente te dicen que tienes que esperar y punto.
Otra vía que se usa es el Centro de Llamadas de Inmigración. El problema con éste, es que hay veces que uno pasa poco el día tratando de ponerse en contacto y no lo logra hacer. Cuando lo logra hacer después de esperar horas y horas para que alguien te atienda, te encuentras con funcionarios que no tienen suficiente información y que tampoco te pueden dar información que es sustantiva, que te satisface o que te contesta lo que lo que estás preguntando. Tampoco hay ninguna línea donde uno se puede comunicarse con alguien, con un ser humano, cuando hay una emergencia, entonces cuando hay emergencias ellos solamente responden a lo que el IRCC considera emergencias y no a lo que un solicitante considera una emergencia.
En el pasado teníamos la posibilidad de ir a nuestro miembro de parlamento federal y ellos intercedían y a ellos les tenían que dar una respuesta en menos de una semana, pero hoy en día ya tampoco están contestándole a los miembros del parlamento y por lo tanto es súper difícil la comunicación.
Dije anteriormente que hay 12 distintas maneras de tratar de comunicarse con el Departamento de Inmigración, entonces a veces nos fuerza a mandar múltiples encuestas para ver si uno de ellos nos da una respuesta favorable. Lamentablemente, cuando se mandan múltiples preguntas o encuestas le estamos sacando tiempo también al Departamento de Inmigración, pero ante la desesperación de tratar de sacar una respuesta para nuestros clientes, no nos queda otra alternativa. Y ahí también nos encontramos con que a veces recibimos, 30 días después o más, dos respuestas y la información es totalmente distinta, o sea, no es consistente.
Las cosas a las que nos fuerzan a hacer en esta situación es pedir una copia del expediente. Entonces, cuando estamos estancados con un caso, mandamos a pedir por medio de la Comisión de Privacidad una copia del expediente, obviamente con la autorización del cliente. Y esto causa más atrasos al Departamento de Inmigración porque significa que tienen que mandar a buscar el expediente y bajar toda la información para podérnosla enviar.
Esto causa más atrasos, y para recibir una copia del expediente se está tomando muchísimo tiempo. Estábamos a un punto en que se tardaban más de 6 o 7 meses para mandar una copia del expediente. Otra solución que tenemos si no se logra la información necesaria por parte del Departamento de Inmigración, Ciudadanía y Refugio es ir a la Corte Federal y pedirle que dé una orden que se llama Mandamus, para que el Departamento de Inmigración nos dé una respuesta, ya sea negativa o positiva.
Pero una solicitud a la Corte Federal puede costar, dependiendo de quién haga el caso, entre 5,000 10,000 dólares, y muchos clientes no cuentan con esta cantidad de dinero para hacerlo. Además me parece que es terriblemente injusto que el cliente tenga que seguir gastando dinero para que el Departamento de Inmigración haga su trabajo.
En una columna anterior hablamos acerca de la necesidad de que se mejoren todos estos problemas de comunicación y de procesamiento, pero también hablamos de que el gobierno debería tener una especie de Ombudsperson para que uno pueda contactarse directamente con ellos antes de tener que ir a la Corte Federal. Esto haría muchísimo más fácil el obtener una respuesta.
En el pasado teníamos lo que se llamaban escritorios geográficos, había distintos escritorios que se dedicaban a dar respuestas a casos que estaban estancados y cada escritorio se encargaba de una parte del mundo. Entonces uno podía mandar un email, llamar por teléfono y ellos se encargaban de mandar de conseguir la información del consulado o de la oficina que tuviera el caso. Lamentablemente eso ya no existe, es como que estamos trabajando en un vacío total, o sea inmigración y clientes sin comunicación, sin posibilidad de poder avanzar en los casos, sin posibilidad de atender una emergencia.
Estas son situaciones muy, muy preocupantes para todo el mundo. La Asociación de Consultores de Inmigración y la Asociación de Abogados están en contacto con el gobierno y le han presentado todos estos problemas, ellos tienen reuniones cada tres meses con los distintos directores de programas, y han presentado todos estos problemas y se está esperando que haya soluciones.
Esta columna la hago porque yo sé que hay muchísimos clientes que se encuentran desesperados por los atrasos, y deben saber que esto es lo que está sucediendo en este momento, que no se trata simplemente de su caso, sino que en estos momentos, hasta septiembre 30, hay 2,194,900 casos en el backlog y recuerden que esos son solo los casos que han pasado los tiempos de procesamiento estándar.