Una semana después de la avalancha que mató a 314 personas, entre ellas 106 niños, Mocoa recuperó parcialmente sus servicios básicos, entre ellos la energía en un 60 por ciento, según anunció este sábado el presidente Juan Manuel Santos.
De acuerdo con el último reporte oficial, la cifra de fallecidos se mantiene en 314 desde el viernes. «Todos los 314 tienen su necropsia completa. Han sido entregados 249 de las personas fallecidas, e inhumados 29», dijo el mandatario en una declaración en la capital del departamento del Putumayo.
Los cuerpos inhumados corresponden a víctimas que no fueron reclamadas por sus familiares durante la semana.
El número de personas reportadas como desaparecidas descendió a 106 desde los 173 del último informe. Entre ellos hay un ciudadano español y otro ecuatoriano, según la cancillería. Una ciudadana ecuatoriana falleció y otros 36 extranjeros fueron localizados y se encuentran sin problemas.
En lo que respecta a la situación de salud, «afortunadamente esa situación está estabilizada», dijo Santos. Precisó que se han vacunado a más de 14 mil personas, para evitar epidemias.
Por otro lado, el Presidente dio la orden en la tarde de este sábado para echar a andar una subestación eléctrica que fue transportada hacia Mocoa, y que permitirá que la energía llegue al 60 por ciento de la población. «El resto esperamos que sea la semana entrante», detalló.
El servicio de gas también se ha restablecido en su mayoría y el agua se entrega mediante plantas potabilizadoras y carrotanques.
Santos espera que en un mes la ciudad pueda tener agua potable al 100 por ciento. Además, las clases escolares deberían reiniciarse después de las festividades de Semana Santa.
El alud, que se desató sobre la medianoche del pasado viernes 31 de marzo por el desborde de tres ríos tras fuertes lluvias, afectó a unos 45.000 habitantes, de los 70.000 de Mocoa, enclavada en el selvático departamento de Putumayo, según cálculos oficiales.
La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres contabiliza al menos 4.506 personas damnificadas -sin vivienda y con necesidad de ayuda humanitaria- distribuidas en albergues.
Las autoridades estiman que la reconstrucción de la ciudad amazónica puede tomar hasta dos años.
AFP
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