Hay una probabilidad de 50/50 de que estemos sumergidos en una recesión. Independientemente, la economía de Canadá igualmente no se está expandiendo mucho, ni lo hará por algún tiempo.
En términos casi generales, la economía se ha paralizado, y el gobernador del Banco de Canadá, Tiff Macklem, de igual forma, y de manera progresiva, sigue aumentando las tasas de interés sin paragón alguno.
Recientemente, el Banco Central publicó sus nuevas proyecciones económicas canadiense, es decir que, aunque no ha definido el fenómeno como una «recesión», en las nuevas cifras de la actividad económica se ha visto un importante descenso y una tendencia hacia la baja. Esto para revela básicamente, que no existe ningún crecimiento en este momento ni para el futuro cercano.
Si todo se desarrolla como se espera, podría suceder que se diera un crecimiento incipiente más adelante, quizás el próximo año. Esto podría favorecer la economía canadiense, pero de acuerdo a la opinión de los expertos económicos, este supuesto crecimiento será muy leve, y no se verá reflejado inmediatamente en la economía de mercado.
Esta semana, el Banco Central nos volvió a golpear el bolsillo, elevando su tasa de referencia en medio punto porcentual, lo que se suma a los tres puntos porcentuales que ya habían sido «cargado antes» durante los últimos siete meses de este año. Esto con la única salvedad que su misión era la de romper la espalda a la inflación.
Pero (…) por no medirnos en nuestros gastos innecesarios, por el despilfarro y por la falta de una cultura de ahorro, lo único que hemos conseguido es que se incrementen las tasas de interés, lo que evidentemente ha redundado en la economía familiar.
“Dada la inflación elevada y las expectativas de inflación, así como las presiones de demanda en curso en la economía, el Consejo de Gobierno espera que la tasa de interés de política deba aumentar aún más”, afirma el Banco Central.
Por supuesto, Macklem tiene sus razones.
El mercado laboral todavía está muy ajustado, y los empleadores dicen repetidamente que no pueden llenar sus vacantes. Mientras tanto, los canadienses continúan demandando más bienes y servicios de los que las empresas pueden ofrecer.
Argumenta Macklem, que debido a que el público espera que persista la alta inflación; esto será como una profecía autocumplida, a menos que intervenga la entidad crediticia. Si las expectativas de una inflación más alta se afianzan aún más de lo que están ahora, las empresas comenzarán a subir los precios y los consumidores estarán dispuestos a pagar, elevando aún más los precios, lo que redundara en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Pero las señales de ablandamiento están en todas partes, entretejidas en el informe trimestral del Banco Central y en sus propias proyecciones.
En julio, el banco central habló de un crecimiento en la economía del 1,8 % para el próximo año, pero ahora el Banco solo proyecta la mitad, lo que deja ver a las claras que la economía canadiense no tendrá ningún crecimiento durante la primera mitad del 2023. La inflación, que inicialmente se esperaba que promediara el 4,6 % en 2023, ahora ronda el 4,1 por ciento.
En otras palabras, el Banco acaba de anunciar su pronóstico para el crecimiento y la inflación de Canadá. Al igual informó, que los aumentos anteriores han sido más efectivos de lo que inicialmente se esperaba, esto para aplanar la curva de crecimiento y sofocar el aumento de los precios.
Las empresas que están analizando sus propias presiones de costos «ven una desaceleración de la inflación», asegura la entidad bancaria. Sus expectativas de inflación a corto plazo «se han aliviado ligeramente. Mientras que las expectativas a largo plazo están “bien ancladas”.
Está previsto que los precios de los alimentos dejen de aumentar tanto, ahora que los precios mundiales de los productos agrícolas se han calmado un poco. Los cuellos de botella de la cadena de suministro se están suavizando considerablemente, y los plazos de entrega parecen cada vez más normales.
Por su parte, el mercado laboral, aunque ajustado, “se ha debilitado en los últimos meses”, dice el Banco, especialmente en áreas que están particularmente expuestas a tasas de interés más altas, como la manufactura y la construcción.
Entre tanto, los precios en las viviendas han bajado y continúan en descenso. Tal es el caso de la inflación en los alquileres de casas y viviendas que actualmente ronda el 4%. Aumento anual que al parecer se ha estabilizado.
La inversión empresarial, esa fuerza muy valiosa que permite que el sector privado impulse la economía y el crecimiento a largo plazo, está sufriendo mucho por la actual situación.
Al mismo tiempo, la economía global está en su peor forma. Europa se contrae. China todavía está lidiando con bloqueos. La economía estadounidense, que es tan fundamental para el funcionamiento de Canadá, se ha estancado y permanecerá estancada durante el próximo año.
El Banco de Canadá espera que la economía mundial se expanda solo un 1,5 por ciento en 2023, terrible desde cualquier punto de vista.
“Esto marcaría la tasa de crecimiento global más lenta desde 1982, excluyendo la pandemia de COVID-19 y la crisis financiera mundial de 2008-2009, informó el Banco.
Mientras tanto, hay más aumentos de tasas por venir en Canadá, incluso cuando los efectos secundarios de los aumentos de tasas anteriores de Macklem se abren camino a través de la economía.
La pandemia sigue imponiendo sus daños sobre nosotros.
Y eso no es todo. El análisis que realizó el Banco Central señala que parte de la escasez de mano de obra, que afecta a la economía canadiense, proviene de un mayor nivel de enfermedades. En otras palabras, se han registrados más enfermos debido al COVID-19.
Y desde el punto de vista comercial, las cadenas de suministro nunca volverán al estado anterior, dice el ente crediticio. Las empresas se han asustado permanentemente por los cierres y el caos de la economía pandémica y se están rediseñando para obtener sus materiales.
Claramente, todos necesitamos algo de tiempo para adaptarnos, no solo a las tasas que han aumentado más rápido que nunca, sino también a un cambio fundamental en la forma en que funcionan el mundo y nuestro país.
Necesitamos tiempo para determinar a quién afectará más el estancamiento de la economía, qué tipo de daño resultará y cómo mitigar los riesgos. El público necesita tiempo para digerir y evaluar lo que el banco ya ha hecho, especialmente ahora que los políticos de derecha e izquierda están mostrando signos de desconfianza en las decisiones del gobernador.
¡¡¡El tiempo tendrá la razón!!!