Delegaciones de Estados Unidos y Colombia sentaron las bases para una nueva estrategia bilateral de lucha contra las drogas que se centrará en reducir la oferta, promover la seguridad y desarrollo rural integral y la protección ambiental.
Así se informó en un comunicado este viernes en el que se dio a conocer una «declaración conjunta del grupo de trabajo bilateral antinarcóticos» difundida tras un encuentro celebrado en Bogotá por delegaciones de ambos países.
La información agrega que esta aproximación integral incluirá una adecuada articulación de acciones para promover una mayor estabilidad en las áreas rurales, establecer una efectiva y sostenible presencia del gobierno nacional.
También acelerar un comprensivo desarrollo rural, garantizar la protección de los derechos humanos, y fortalecer el Estado de Derecho.
Ambas partes acordaron que la nueva estrategia, en un comienzo, debería ser implementada en tres municipios priorizados, Tumaco, en el departamento de Nariño (suroeste); Cáceres, en Antioquia (noroeste) y en Sardinata, Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
Además de los programas para aumentar la presencia del gobierno y los servicios del estado, las discusiones se centraron en la necesidad de incrementar la seguridad ciudadana, interrumpir las cadenas de suministro del tráfico de drogas, erradicar coca sosteniblemente, y aumentar las incautaciones de precursores químicos y cocaína.
Por otro lado, para reducir el lavado de dinero y fortalecer la extinción de dominio, ambas partes acordaron centrarse en reducir las transacciones ilícitas de efectivo, priorizar las capturas y las extradiciones de narcotraficantes y fortalecer el sistema judicial.
Colombia y Estados Unidos también enfatizaron en la importancia del programa de desarrollo rural y seguridad integrada del país andino, así como a la reducción de los cultivos ilícitos.
Acordaron también fortalecer esfuerzos para proteger el medio ambiente de la explotación por parte de grupos criminales, reducir el consumo de drogas y mejorar las capacidades técnicas para detectar el cultivo de coca y evaluar la producción de cocaína.
El presidente colombiano, Iván Duque, ha dicho que su administración redujo en un 7 % del área sembrada de cultivos ilícitos pasando de 154.000 hectáreas en 2019 a 143.000 hectáreas en 2020.