La cúpula militar que acompañará al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en el último año de su mandato y en lo que resta de las negociaciones de paz con las FARC asumió hoy con el compromiso de que el país mejore en seguridad.
El cambio, anunciado el lunes por sorpresa por el presidente, supone, para algunos, un respiro para el Gobierno ante las denuncias del deterioro de la seguridad en el país, pero también un impulso para el proceso de paz con generales afines a las políticas de Santos.
Al frente de las Fuerzas Militares Santos designó al general Leonardo Barrero, en la jefatura del Estado Mayor Conjunto queda el general Hugo Acosta, y como comandante del Ejército, el presidente nombró al general Juan Pablo Rodríguez.
En la Armada Nacional el nuevo comandante es el vicealmirante Hernando Wills y para la Fuerza Aérea el mandatario escogió como nuevo jefe al general Guillermo León.
«La cúpula que llega es de gente experimentada, curtida, con logros en el terreno, con participación en muchos de los grandes resultados, con cercanía a la ciudadanía, con una convicción sobre el control territorial y la protección de la población que son elementos fundamentales en esta fase», dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón en un comunicado.
De estos ascensos, el más sorprendente fue el del general Barrero a comandante de las Fuerzas Militares, un cargo que suele estar reservado para algún miembro de la cúpula anterior.
«El cambio es para proyectar el mensaje ante la opinión pública de que está haciendo algo para solucionar el evidente deterioro de la seguridad de cara a las elecciones (presidenciales) del año entrante», afirmó a Efe el analista Alfredo Rangel, director del Centro Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda.
Y es que en los últimos meses las guerrillas han propinado diversos golpes al Ejército, como los quince soldados muertos el 20 de julio en Arauca (este) a manos de las FARC, así como el secuestro de ciudadanos nacionales y extranjeros.
Además de considerarlo una «maniobra política», Rangel afirmó que esta operación se realizó «con absoluta independencia» de las negociaciones de paz que el Gobierno adelanta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana desde noviembre de 2012.
Una opinión distinta fue la esgrimida por el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia, quien aseguró en una entrevista con Efe que los generales al frente de la nueva cúpula «han manifestado internamente un mayor apoyo al proceso y también una disposición muy grande a ayudar a que se genere un ambiente favorable para un postconflicto».
Para Valencia, las posiciones contrarias al proceso de paz dirigidas por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) habían hecho mella en la anterior cúpula y en especial en el comandante del Ejército, el general Sergio Mantilla, que «tenía muchos interrogantes (con el proceso) y tenía distancias con el presidente Santos».
De este modo, el director de la Fundación Paz y Reconciliación interpretó el relevo como una señal de que Santos «está muy convencido de que sí se va a firmar un acuerdo de paz y que se necesita una cúpula más comprometida con ese proceso».
Santos también relevó ayer al general José Roberto León Riaño al frente de la dirección de la Policía Nacional y nombró en su lugar al también general Roberto Palomino.
Para los analistas, este relevo es debido a la polémica en la que se involucró recientemente León Riaño al decir que «con razón la gente extraña a Uribe», durante una conversación con sus subordinados en la que les exigió más contundencia ante las protestas sociales en el país.
«Evidentemente en la decisión del relevo del general León Riaño tuvo mucho que ver ese pronunciamiento que se hizo público», dijo Rangel, mientras que Valencia aseguró que el cambio «estaba cantado» y que el presidente «se había demorado mucho en sacarlo».
El ministro Pinzón dijo sin embargo que la designación de Palomino corresponde a su experiencia en el campo del orden urbano y en la cercanía con el ciudadano, que «hoy reclama mayor atención a sus necesidades de seguridad en las calles».
Bogotá, 13 ago (EFE).-
