El gran cohete Starship de la empresa SpaceX explotó en los cielos de Texas (EE. UU.) pocos minutos después de un exitoso despegue por motivos todavía por determinar, aunque los ingenieros de la compañía señalaron que daban por buena la prueba, que se podría volver a intentar en unos meses.
El dueño de SpaceX, el multimillonario Elon Musk, reaccionó de forma inmediata en su cuenta de Twitter para felicitar a sus equipos y animarles a seguir trabajando en un proyecto que tiene como objetivo final contar con un aparato que lleve a los humanos a la Luna y Marte.
«Felicitaciones equipo en un emocionante lanzamiento de prueba de Starship. Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses», dijo Musk.
«En una prueba como esta el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confianza de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea ‘multiplanetaria'», indicó la compañía, que a pesar de la explosión consideró positivo lo ocurrido sobre el cielo de su base llamada Starbase y situada en la costa texana del Golfo de México.
El de este jueves era el segundo intento de SpaceX para la prueba del proyecto del gran cohete Starship, diseñado para transportar a personas a la órbita terrestre, la Luna y Marte, que se compone de una nave (Starship) y un propulsor (Super Heavy Rocket) totalmente integrados.
Starship tuvo que desistir el pasado lunes del despegue después de que los técnicos descubrieron que una válvula de presurización estaba congelada.