Un ciudadano ruso falleció tras el ataque de un tiburón en una playa de una ciudad balneario de Egipto, situada en el mar Rojo.
«Un ataque de un tiburón en la ciudad turística de Hurgada esta tarde, de forma repentina e inesperada, provocó la muerte de un extranjero», señalaron fuentes sanitarias al medio egipcio Al Masry al Youm, que indicó que se ha prohibido nadar en la zona del incidente hasta que se conozca el nivel de la amenaza.
Las mismas fuentes agregaron que uno de los barcos no logró salvar al ciudadano que «pedía ayuda a gritos durante el ataque del tiburón, antes de que lo devorara».
Varios medios han difundido un vídeo publicado en Twitter, que no ha podido ser verificado independientemente, en el que aparece el hombre siendo devorado por el animal.
La ministra de Medio Ambiente, Yasmin Fuad, confirmó el ataque y dirigió el equipo de trabajo especializado en la gestión del incidente «para implementar todas las políticas aplicadas internacionalmente con el fin de lograr los máximos estándares de seguridad para los visitantes de las playas del mar Rojo y tomar todas las medidas posibles encaminadas a evitar que se repita el incidente», según un comunicado del ministerio.
«Ante el comportamiento anormal observado en el tiburón que causó el incidente y el hecho de que anteriormente habían ocurrido incidentes de ataques a humanos por parte de este especie de tiburón, el equipo de trabajo especializado capturó al pez que provocó el ataque para examinarlo con el fin de conocer los motivos de su ataque e indicar si fue el mismo tiburón el que provocó los ataques anteriores», se apunta en la nota.
Según la agencia rusa Tass, la víctima ha sido identificada como Vladimir Popov, de 23 años.
El cónsul general de Rusia en Egipto, Viktor Voropaev, confirmó la muerte del ciudadano ruso en aguas de Hurgada y dijo que era residente permanente en Egipto, no un turista.
«El ruso murió como consecuencia del ataque de un tiburón», declaró el cónsul general, según Tass, y advirtió a los ciudadanos de que tuvieran cuidado en el mar.
En julio del año pasado, las autoridades egipcias confirmaron la muerte de dos mujeres por el ataque de un tiburón en la ciudad balneario de Sahl Hashesh, en el mar Rojo, mientras practicaban esnórquel.
En los últimos años, los ataques de tiburones han sido relativamente raros en la región costera del Mar Rojo, una zona que es un paraíso para los buceadores de todo el mundo por sus aguas cálidas y transparentes, llenas de vida acuática.
Egipto depende del turismo para apuntalar su economía y tiene en el mar Rojo un polo de atracción para miles de turistas, en su mayoría procedentes de Rusia o países del este europeo.