La canadiense Donna Strickland, ganó el Premio Nobel de Física este año. Pero lejos de lo destacada de esta noticia hay que resaltar que hace ya 55 años que una mujer no era reconocida en este premio.
La canadiense Donna Strickland de la Universidad de Waterloo se convirtió en la tercera mujer en ganar lo que se considera el mayor honor en su campo.
Ella comparte la mitad del premio de $ 1.29 millones con su antiguo mentor, Gérard Mourou, por un descubrimiento importante en el campo de la física láser que llevó al desarrollo de la cirugía ocular con láser para corregir la miopía.
El estadounidense Arthur Ashkin se llevó la otra mitad del premio por un descubrimiento separado en el mismo campo. Inventó «pinzas ópticas» que pueden agarrar pequeñas partículas, como virus, sin dañarlos.
Christin Wiedemann, ex física y ex presidenta de la Sociedad de Mujeres Canadienses en Ciencia y Tecnología, dijo que está extremadamente feliz por Strickland por su «merecida» victoria. Al mismo tiempo, dijo, la victoria también destaca los problemas de larga data con el sistema Nobel.
«Fue un duro recordatorio de que han pasado 55 años, y me cuesta mucho imaginar que no haya mujeres dignas del premio en esos 55 años».
En respuesta a las críticas sobre el predominio de los ganadores de premios que por lo general han sido hombres, la Fundación Nobel a pidiendo a los nominadores los premios del 2019 para que consideren los perfiles femeninos como destacados en las candidaturas.