TORONTO. En los últimos meses, y particularmente luego de que pasó la etapa más difícil de la pandemia del COVID-19, se ha estado viendo un flujo extraordinario de profesionales de diversos países de América Latina hacia Canadá. Las razones de este flujo son diversas dependiendo del país del que provienen, pero hay un factor común entre muchos de ellos: llegan a Canadá con la idea de solicitar refugio.
Si la persona ha tenido problemas de persecución en su país de origen y cumple con las condiciones establecidas en la legislación canadiense para obtener asilo o protección del estado, la solicitud de refugio es lo indicado debido a su caso. Pero si no tiene un caso sólido que le pueda garantizar una aceptación por parte del Immigration and Refugee Board of Canada (IRB), el problema de solicitar refugio es que lo más seguro le den una orden de deportación.
Porque en el momento que una persona pide refugio le dan una orden de salida, y esa orden de salida se convierte en una orden de salida condicional. Así, en el momento que pierda en el caso de refugio, esa orden de salida toma efecto y la persona se tiene que ir del país, y si no se van del país en un periodo de 30 días, se convierte en una orden de deportación.
Probablemente traen la idea de pedir refugio porque es la única que conocen, cuando en realidad hay muchísimas otras opciones, particularmente para las personas que vienen de países que tienen Tratados de Libre Comercio con Canadá, que son, en América Latina, México, Chile, Perú, Colombia y Panamá. Los ciudadanos de estos países, y en algunos casos incluso los residentes permanentes, si logran obtener una oferta de trabajo de una empresa canadiense en una ocupación que está incluida en la lista del tratado, pueden relativamente fácil acceder a un permiso de trabajo en Canadá.
Y obteniendo el permiso de trabajo, van no solamente a estar legalmente en el país y a trabajar legalmente, sino que tendrán en el futuro muchísimas posibilidades de lograr la residencia permanente en Canadá y posteriormente calificar para convertirse en ciudadanos canadienses.
El tener una oferta de trabajo de una compañía canadiense en Canadá, ya sea en Ontario o en cualquier otra provincia, es un gran beneficio para las personas que quieren hacer una solicitud de residencia permanente en el país a través de los diversos programas que existen. Y como digo, esta oferta de trabajo la pueden obtener relativamente fácil las persona que están trabajando en Canadá por medio de uno de los Tratados de Libre Comercio que tiene Canadá con muchos países alrededor del mundo.
En esta lógica, las personas de estos países deben venir a Canadá a trabajar bajo el Tratado de Libre Comercio entre Canadá y su país de origen, dado que dichos tratados tienen provisiones específicas para que ciertos ciudadanos de esos países, quienes tengan una oferta de trabajo de una compañía canadiense, puedan obtener un permiso de trabajo.
Estos tratados facilitan la entrada reciproca de distintos trabajadores a ambos países, lo que significa que, por ejemplo, ciudadanos chilenos, colombianos, mexicanos, peruanos y panameños que tengan una oferta de trabajo en ciertas categorías de una empresa canadiense, o personas que desean abrir un negocio, puedan venir a trabajar al país.
Es importante notar que los tratados en sí no tienen ningún tipo de programa o categoría que le permita a una persona solicitar la residencia permanente en Canadá, pero sí le facilita la entrada al país a esos ciudadanos, para que puedan venir a trabajar con un permiso de trabajo en cuatro categorías específicas.
Una es la categoría de personas que vienen a invertir dinero o a hacer comercio con Canadá. Para estas personas existe la posibilidad de obtener un permiso de trabajo siempre y cuando puedan demostrar un monto de dinero acorde con el plan de la empresa que piensan abrir y experiencia en negocios.
La segunda es la facilidad para los visitantes que vienen a hacer negocios en Canadá, a quienes se les puede conseguir un permiso de trabajo sin muchas dificultades. Generalmente esta categoría aplica para las personas que vienen a ferias, exposiciones de negocios, que vienen a dar servicios por un tiempo muy corto, o artistas que vienen para hacer presentaciones específicas.
La tercera categoría es la de altos ejecutivos que pueden venir al país mediante un proceso de transferencia de sus compañías, es decir, compañías que tienen su sede en país de origen y que tienen una sucursal en Canadá pueden solicitar un permiso de trabajo para transferir a personas a que vengan a manejar la compañía o subsidiaria. Este programa es solo para ejecutivos y personas con conocimientos especializados.
La cuarta categoría que se abre con la entrada en vigencia de los Tratados de Libre Comercio y que con toda seguridad puede ser la más ventajosa, es la categoría de profesionales y técnicos, ya que hay una lista de profesiones y ocupaciones especializadas que le permiten a un ciudadano de países que han firmado un tratado con Canadá, y que tienen una oferta de trabajo, obtener un permiso.
Para obtener el permiso por esta vía básicamente lo que se necesita es una oferta de trabajo de una compañía canadiense (la cual no necesariamente tiene que ser una compañía grande sino que puede ser una compañía pequeña siempre y cuando la oferta sea genuina), mediante la cual se le permite a este trabajador o profesional hacer un trámite para obtener una visa de trabajo sin la necesidad de demostrar que la compañía canadiense no puede conseguir ciudadanos canadienses o residentes permanentes para hacer ese trabajo. El trabajador debe tener una de las profesiones u ocupación que esté incluida en la lista de profesiones del tratado específico, debe ser nacionalizado o nacido en uno de los países arriba mencionados y tener conocimientos de inglés o francés.
Los permisos de trabajo de las primeras tres categorías tienen un periodo de duración de entre tres meses y un año, dependiendo para qué viene la persona. Para los ejecutivos transferidos y para la categoría de profesionales y técnicos, los permisos de trabajo se pueden renovar anualmente sin problemas.
Para la cuarta categoría, es decir para los profesionales y técnicos, ya una vez estando en Canadá estos pueden cambiar de compañía si así lo desean, entonces, aparte de que estas opciones creadas con el Tratado de Libre Comercio son una oportunidad excelente para poder venir a Canadá con un permiso de trabajo, se abre una puerta enorme para luego poder solicitar la residencia permanente dado que el haber trabajado en Canadá puede aumentar el puntaje en la categoría de trabajador calificado y en el Express Entry, y en muchos casos puede hacer la diferencia entre ser invitado a iniciar el trámite o no.
Para las personas que no han tenido experiencia de trabajo en su país y han trabajado en Canadá, pueden solicitar la residencia permanente bajo el programa de experiencia canadiense, el cual requiere que los trabajadores hayan trabajado en el país con un permiso de trabajo por un periodo de un año como mínimo pero cuanto más tiempo hayan trabajado mejor, y luego pueden solicitar la residencia permanente. Por supuesto que el nivel de inglés también es un factor que es requerido.
Adicionalmente, también se pueden utilizar los diferentes Programas de Nominaciones Provinciales los cuales le dan a la persona seleccionada 600 puntos adicionales en el Express Entry y obviamente llevan a un trabajador a la obtención de la residencia permanente.
En este sentido, las personas que se encuentran en Canadá y que lean esta información, y que deseen ayudar a un amigo o a un pariente a venir a Canadá, o que quieran ellos mismos tramitar su residencia permanente en el país, deben investigar si sus ocupaciones están en la lista de prioridades que establecen los Tratados de Libre Comercio entre Canadá y México, Chile, Colombia, Perú y Panamá. Si lo están, deben conseguir una oferta de trabajo, la cual les podría facilitar la entrada al país con un permiso de trabajo que luego los puede conducir a la residencia permanente.