El presidente venezolano, Hugo Chávez, se recupera de forma «lenta pero progresiva» 72 horas después de la operación de más de seis horas de duración a la que fue sometido en La Habana por la recidiva del cáncer que padece y ya se comunicó con sus familiares, informó hoy el Gobierno de Venezuela.
Tres días después de la cuarta intervención quirúrgica a Chávez, el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas, dijo en cadena de radio y televisión que el gobernante cumple «satisfactoriamente con el protocolo postoperatorio» y que el sangramiento ocurrido durante el procedimiento fue «atendido en forma oportuna».
«El paciente ha respondido en forma favorable al tratamiento aplicado. La recuperación ha sido lenta, pero progresiva, de su condición general y de sus condiciones vitales», detalló Villegas, al leer el único comunicado que hoy se difundió sobre la situación del jefe de Estado, de 58 años.
Confirmó que el gobernante se comunicó con sus «familiares inmediatos» y que a través de su yerno y ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, «le ha enviado un saludo a todo el pueblo venezolano».
El nuevo parte médico se conoció después de que el vicepresidente y canciller venezolano, Nicolás Maduro, anunció ayer que la salud de Chávez evolucionó «de estable a favorable» tras un «sangramiento no previsto» registrado durante la operación del martes pasado.
Chávez se sometió a un cuarto procedimiento quirúrgico en La Habana después de confirmar que reapareció el cáncer que le fue detectado a mediados del año pasado en la zona pélvica, cuya tipología y ubicación exacta aún no han sido confirmadas oficialmente.
Horas antes del parte médico y al participar junto al ministro de Defensa, Diego Molero, en una actividad religiosa junto a la comunidad musulmana del país, Maduro pidió a Dios que consolide el «avance favorable» de la salud de Chávez.
«No se había visto jamás en la historia que conocemos nosotros de la humanidad, nunca se habían unido cristianos, católicos, musulmanes, de todos los credos, creyentes y no creyentes (…) y eso a nosotros nos llena de una gran emoción; saber que nuestro presidente genera estas pasiones positivas de amor», afirmó Maduro.
Destacó que hubo en las mezquitas «de más de 58 países del mundo» actos en favor de la salud de Chávez, al celebrar una «gran jornada de sanación colectiva».
«Sabemos que Dios nos ha escuchado y que la batalla espiritual que estamos dando cada vez nos une más (…) y vamos a salir victoriosos con la salud y la vida del presidente», agregó Maduro, a quien el propio Chávez designó como su heredero político en caso de que no pueda asumir en enero el mandato para el periodo 2013-2019, para el que fue elegido en las urnas el 7 de octubre pasado.
La jornada de hoy estuvo salpicada por un pronunciamiento de Venezuela que rechazó como «indignantes» unas declaraciones del presidente de EE.UU., Barack Obama, que en una entrevista televisada evitó pronunciarse sobre la salud de Chávez e indicó que los venezolanos deben tener derecho a decidir sobre su futuro.
El Gobierno venezolano exigió «respeto al presidente de los Estados Unidos y a los funcionarios de su Gobierno por la dignidad del pueblo de Venezuela, de sus instituciones y muy especialmente por la persona del comandante Hugo Chávez», puntualizó Villegas, al dar a conocer un comunicado de la cancillería.
En una entrevista con Univisión, Obama indicó que «el futuro de Venezuela debería estar en manos de los venezolanos», y recordó que su Gobierno ha «visto políticas de Chávez autoritarias y de represión de la disidencia».
Según el Ejecutivo venezolano, «con sus declaraciones infames en este momento tan delicado para Venezuela», Obama «asume la responsabilidad de conducir las relaciones bilaterales hacia un deterioro mayor, dejando en evidencia la continuidad de su política de agresión e irrespeto» hacia el país.
La relación bilateral está a nivel de encargados de negocios después de que a finales de 2010 EE.UU., principal socio comercial de Venezuela, le revocó el visado del entonces embajador venezolano Bernardo Álvarez tras la decisión de Venezuela de no aceptar como embajador a Larry Palmer, al que vetó por una declaración ante el Senado.