Montevideo, 6 abr (EFE).- El canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, consideró hoy que la prisión de opositores en Venezuela es un «tema preocupante» y tildó de «exceso a todas luces» la «autorización para reprimir manifestaciones con armas de fuego».
«Desde el punto de vista del panorama interno, por supuesto que vemos con mucha preocupación algunos acontecimientos que suceden en ese país y que no condicen con la excelencia democrática», señaló el canciller de Uruguay, país que ejerce la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
En una entrevista emitida en Radio Oriental, Nin Novoa señaló que la prisión de opositores es un tema «preocupante», ya que a su juicio, para fortalecer el clima de democracia que «tiene que haber en América Latina y en América del Sur específicamente, estas cosas generan mucha preocupación».
«En Uruguay sería impensable que un día un Gobierno se hubiera llevado a un intendente (gobernador) de su despacho con fuerzas policiales, derrumbándole la puerta poco menos y a los empujones. Eso se lo dijimos a la canciller venezolana y al propio embajador. Acá si hay algún problema con la justicia, se lo cita a un juzgado, va y se declara y se cumple con las garantías del debido proceso», concretó.
Amnistía Internacional (AI) denunció el pasado 24 de marzo que continúan impunes las violaciones de derechos humanos en las protestas ocurridas en Venezuela el pasado año y señaló que el sistema judicial de este país es objeto de interferencias por parte del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
Al respecto, el canciller uruguayo señaló que «esa autorización» que hay en ese país «para reprimir manifestaciones con armas de fuego es un exceso a todas luces» y consideró que las denuncias de torturas en los centros de detención venezolanos es «enormemente preocupante».
«Sobre todo para un país que hace 30 años o más de 30 años vivió las mismas condiciones que están viviendo parte de los venezolanos ahora y tuvimos que salir al mundo a pedir ayuda», añadió, en alusión a la dictadura cívico militar uruguaya (1973-1985).
«Los derechos humanos es la única materia en la cual el argumento de la no injerencia en los asuntos internos no es válido. Los derechos humanos se defienden todos en todas partes del mundo. Uruguay hizo advertencias y tomó posición sobre esos temas en la cumbre de Unasur», espetó.
En este sentido, Nin Novoa recordó la reunión que el pasado 15 de marzo se celebró en Quito entre los doce cancilleres de la Unasur en la que se instó a EE.UU. a cambiar su actitud hacia Venezuela y le pidió que derogue el decreto que promulgó sobre ese país sudamericano, así como que ponga en práctica «alternativas de diálogo» con el Gobierno de Nicolás Maduro.
«En la discusión se llegó a pedir a Venezuela que dejara entrar a la Cruz Roja a las cárceles para que hiciera un informe», reconoció hoy el ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, quien señaló que sobre este tema y en la reunión de cancilleres «no hubo ninguna respuesta. El silencio fue la respuesta».
«Pero seguiremos insistiendo sobre eso», matizó, para añadir que la presidencia pro témpore de la Unasur va a jugar «un rol activo» en coordinación con el secretario general, Ernesto Samper, y se seguirá el tema «muy de cerca».
En este sentido, afirmó que los cancilleres «siguen trabajando, se les renovó el contrato, están yendo allá, están analizando la situación y nos informarán en su debido momento».
Nin Novoa también consideró que algunas actitudes unilaterales del gobierno de Estados Unidos son «bastante torpes», como haber declarado a Venezuela como una «amenaza extraordinaria» para los intereses americanos.
«Eso se podría haber hecho de una manera administrativa, porque al fin y al cabo cada país tiene el derecho de decir quién entra y quién sale de ese país, y si quería sancionar a siete funcionarios no era necesario hacer la declaración que se hizo», opinó.
Así, el canciller dijo que «desde ese punto de vista es preocupante esa relación de tensión que hay entre Estados Unidos y Venezuela para la zona de paz más grande del mundo, que es toda América».
