Una nueva encuesta realizada por el Instituto Angus Reid encontró que los canadienses se dividieron casi en partes iguales cuando en 2021 la frontera de EE.UU., cerrada desde marzo de 2020, debería reabrirse para viajes no esenciales.
Según la encuesta, el 23% de los encuestados dice que la frontera debería reabrirse inmediatamente, mientras que el 29% sostuvo que los canadienses y estadounidenses deberían esperar para cruzar el paralelo 49 hasta algún momento de este verano.
El 27% de los encuestados respondió que sería mejor esperar hasta el otoño, mientras que el 21% manifestó que la frontera debería permanecer cerrada a los viajes no esenciales hasta al menos 2022.
«Estos números me dicen que todavía estamos en una mentalidad bastante bloqueada, incluso cuando comenzamos a tener conversaciones sobre la transición», confesó Shachi Kurl, presidente del Instituto Angus Reid.
La encuesta también preguntó a los canadienses si se debería exigir a los viajeros entrantes que se mantengan en cuarentena durante 14 días en casa y si la prueba de vacunación debería marcar la diferencia.
El 80% de los que respondieron que una cuarentena domiciliaria de dos semanas debería ser necesaria para aquellos que no tenían prueba de vacunación completa.
Con la prueba de vacunación, el número de personas que apoyan la cuarentena se redujo al 48%.
Más de la mitad de los encuestados, el 52%, también apoyó una cuarentena de tres días en un hotel aprobado por el gobierno para los viajeros que llegaban que no tenían vacunas.
Ese número se reduce al 31% con prueba de vacunación completa.
Kurl aseveró que encontró notables las cifras, que pueden tener que ver con la forma en que los canadienses perciben actualmente la seguridad en sus comunidades.
«A veces la gente se siente mejor con las medidas que parecen ser un poco más efectivas de lo que son», manifestó Kurl en referencia a la cuarentena hotelera exigida por el gobierno federal para los viajeros aéreos que llegan.
La encuesta también exploró si la prueba de la vacuna debería ser obligatoria, tanto para viajes internacionales como a nivel nacional, incluso en lugares de trabajo o cuando se asiste a grandes reuniones públicas como conciertos.
Kurl señaló que uno de los hallazgos más sorprendentes fue que exigir certificados de vacunas, o los llamados pasaportes de vacunas, influiría en algunos de los que ya son poco probables o no desean recibir la vacuna COVID-19.
Solo el 8% de ese grupo dijo que sería más probable que se vacunen si se requieren registros de vacunas en ciertas circunstancias, mientras que el 18% no estaba seguro y el 72% no lo haría.
La encuesta en línea encuestó a 1.601 canadienses entre el 14 y el 17 de mayo de 2021 y tiene un margen de error de más o menos 2.5 puntos porcentuales, 19 de cada 20 veces.
