Canadá prohibió el viernes que los cruceros arrojen aguas residuales y aguas sucias cerca de la costa y dijo que impondría multas de hasta 250.000 dólares canadienses a los buques infractores.
Una serie de medidas contra la contaminación introducidas de forma voluntaria en abril de 2022 serán obligatorias con efecto inmediato, dijo el ministro de Transporte, Omar Alghabra, en un comunicado.
Los grupos ambientalistas denunciaron en 2021 lo que llamaron regulaciones canadienses laxas, diciendo que los cruceros que viajaban hacia y desde Alaska solo habían arrojado 31 mil millones de litros (8,2 mil millones de galones estadounidenses) de contaminación tratada inadecuadamente en las aguas del Pacífico de Canadá en 2019.
«Los cruceros son una parte importante de nuestra economía y sector turístico, pero deben operar de una manera más sostenible», indicó Alghabra. Los cruceros generan más de 4.000 millones de dólares canadienses al año para la economía, agregó.
Las nuevas reglas prohibirán la descarga de aguas residuales y las llamadas aguas grises, el drenaje de fregaderos, lavadoras, bañeras y duchas, dentro de las tres millas náuticas de las costas canadienses.
Además, los barcos en aguas no árticas tendrán que reforzar los tratamientos de aguas residuales y aguas grises vertidas entre tres y 12 millas náuticas de la costa. Reglas separadas ya regulan la contaminación de los cruceros en las aguas del Ártico.
«Si se descubre que una embarcación no cumple con las normas durante la inspección, se tomarán medidas coercitivas según las regulaciones, incluida la administración de sanciones monetarias hasta un máximo de C $ 250,000», sostuvo Alghabra.