Canadá dijo este jueves que Alexandr Lukashenko no tiene legitimidad para ser considerado presidente de Bielorrusia y condenó la ceremonia de toma de posesión de la Presidencia, que se realizó el miércoles de forma semiclandestina en la capital, Minsk.
En un comunicado, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Francois-Philippe Champagne, declaró que «desde las elecciones presidenciales fraudulentas de agosto de 2020, Alexandr Lukashenko sigue mostrando desdén por la gente de Bielorrusia al celebrar la llamada ceremonia de toma de posición a puerta cerrada».
«La toma de posesión es tan ilegítima como lo fueron las elecciones. Canadá considera que Alexandr Lukashenko no tiene la legitimidad para ser el líder de Bielorrusia», añadió el ministro de Exteriores canadiense.
Champagne también señaló que Canadá trabajará con sus socios internacionales para que «aquellos responsables de socavar la democracia y de la violencia en el país sean responsabilizados».
La condena canadiense se produce pocas horas después de que la Unión Europea anunció que no reconocía la toma de posesión de Lukashenko, al considerar los resultados de la elección presidencial como «falsificados».
Estados Unidos, el principal aliado de Canadá, también ha dicho que Lukashenko carece de legitimidad para presidir el país.
Por su parte, Lukashenko ha rechazado el criticismo internacional y ha declarado: «Bajo mi punto de vista, según la ley en Bielorrusia no debemos nada a los países occidentales y tampoco tenemos por qué avisar a nadie. Es un asunto interno de nuestro país».
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá también difundió un comunicado de Media Freedom Coalition, grupo del que forman parte Alemania, Canadá, Estados Unidos, Letonia, Países Bajo y Reino Unido, para defender la libertad de medios de comunicación y la seguridad de los periodistas, en el que expresan preocupación por «los continuos ataques» en Bielorrusia contra los informadores.
«Estamos alarmados por los creíbles informes de que las autoridades bielorrusas han acosado, golpeado gravemente, detenido y revocado las acreditaciones de periodistas y otros trabajadores de los medios que cubrieron la campaña electoral y las protestas en marcha», dijo el comunicado.
«Esta ofensiva tiene claramente la intención de atacar específicamente a periodistas y negar a la gente de Bielorrusia el derecho a la libertad de opinión y expresión», añadió Media Freedom Coalition.
