Canadá pide a las autoridades venezolanas que publiquen los resultados detallados de las elecciones presidenciales, después de que el presidente autocrático Nicolás Maduro y su rival opositor salieran de las elecciones proclamando la victoria.
Maduro, cuyo mandato desde 2013 se ha visto empañado por un éxodo de 7,7 millones de personas que huyen de la hiperinflación y el malestar social, advirtió este mes de un posible «baño de sangre» si no ganaba las elecciones por un amplio margen.
Tras finalizar la votación el domingo, el consejo electoral dirigido por los leales a Maduro dijo que había obtenido el 51 por ciento de los votos.
Su principal rival, la líder opositora María Corina Machado, iba por delante en las encuestas antes de las elecciones, pero un mes antes de la votación, las autoridades le prohibieron ejercer el cargo porque expresó su apoyo a las sanciones estadounidenses contra el país.
Su sucesor, Edmundo González, retomó el trabajo de Machado y ha estado haciendo campaña en base a su plataforma. A raíz de la votación, dijo que su equipo había observado un éxito abrumador en el recuento de votos
El lunes por la tarde, Asuntos Globales de Canadá pidió a las autoridades venezolanas «respetar la voluntad del pueblo» y publicar los resultados detallados de todos los centros de votación.
Los conservadores hicieron demandas similares en un comunicado de prensa publicado momentos después de la declaración del departamento en las redes sociales.
«Canadá sólo debería reconocer una votación democrática si es verdaderamente libre y justa», escribió el líder conservador Pierre Poilievre, quien rara vez emite comunicados de prensa sobre política exterior.
«El gobierno de Canadá debe hacer todo lo que esté a su alcance para apoyar al pueblo de Venezuela en su lucha por la libertad y la democracia real en su país».
Más temprano el lunes, la viceprimera ministra Chrystia Freeland dijo que Ottawa estaba colaborando con países con ideas afines en este tema, sin especificar qué implica eso.
«Canadá, como muchos de nuestros otros aliados, como muchas de las democracias del mundo, tiene serias preocupaciones sobre las elecciones en Venezuela, y estamos trabajando estrechamente con nuestros socios», dijo a los periodistas en una conferencia de prensa no relacionada en Toronto.
«Se necesita mucho coraje para defender la democracia frente a un régimen autoritario. Millones de personas en Venezuela lo han hecho».
Freeland era ministra de Relaciones Exteriores cuando, después de las últimas elecciones presidenciales de 2018, el parlamento del país cuestionó la legitimidad de la contienda y utilizó una convención constitucional para reconocer al líder opositor Juan Guaidó como presidente.
Canadá y Estados Unidos estuvieron entre los países que reconocieron a Guaidó, pero Maduro finalmente mantuvo su poder.
A pesar de las protestas a gran escala contra su administración que han tenido lugar desde 2014, ha dicho que goza de un apoyo popular que los gobiernos extranjeros no han logrado socavar.
Venezuela posee las mayores reservas de petróleo del mundo y en su día fue la economía más avanzada de América Latina.
Después de que Maduro tomó el mando, el país entró en una caída libre marcada por el desplome de los precios del petróleo, una escasez generalizada de productos básicos y una hiperinflación del 130.000 por ciento.
Escepticismo internacional
El resultado electoral llevó a nueve gobiernos latinoamericanos a publicar una carta conjunta expresando «profunda preocupación» por las elecciones.
Esos nueve gobiernos también están pidiendo una reunión de emergencia de la Organización de Estados Americanos.
El presidente chileno, Gabriel Boric, dijo que el régimen de Maduro «debería entender que los resultados que publicó son difíciles de creer». El ministro de Relaciones Exteriores del país publicó en un comunicado en español en X que Chile se abstendría de reconocer «cualquier resultado que no sea verificable».
Hablando en Tokio, Blinken también pidió a las autoridades venezolanas que proporcionen un recuento detallado y transparente de la votación.
«La comunidad internacional está siguiendo esto muy de cerca y responderá en consecuencia», dijo.
Las potencias occidentales, incluidas Canadá y Estados Unidos, también consideraron que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
Freeland, que en ese momento era ministra de Asuntos Exteriores, emitió una dura declaración en respuesta a esas elecciones presidenciales, calificándolas de «ilegítimas y antidemocráticas» y prometiendo degradar las relaciones diplomáticas.
