El ministro canadiense de Asuntos Exteriores, François-Philippe Champagne, espera ver «acción» en el proceso de reformas prometidas por las autoridades libanesas para «construir el país» según demandan sus ciudadanos, que sufren una de sus peores crisis en la historia reciente.
«Líbano debe llevar a cabo reformas tras haber escuchado las voces de los libaneses, que las piden. Nos gustaría ver acción para construir un país que cumpla con las aspiraciones de los libaneses y las mujeres libanesas», afirmó este jueves en un comunicado el jefe de la diplomacia tras encontrarse con su homólogo libanés interino, Charbel Wehbe.
Destacó la necesidad de «implementación lo antes posible» de unas reformas para que Canadá «pueda comenzar a dar ayuda financiera y económica a medio y largo plazo».
Champagne se encuentra en Beirut en una visita que durará hasta el viernes, en la que se reunirá con autoridades y representantes de la sociedad civil durante su primera gira transoceánica desde que comenzó la pandemia de la COVID-19 que le lleva también por Italia y Suiza.
Reformas económicas y mejoras en la transparencia son las exigencias que la comunidad internacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) requieren al país mediterráneo para una cooperación económica así como el desbloqueo de 11.000 millones de dólares donados en la conferencia CEDRE celebrada en 2018 en París.
Por su parte, Wehbe subrayó únicamente la «importancia de las relaciones» con Canadá, que acoge a una de las comunidades más grandes de libaneses en el exterior.
Líbano sufre su peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990) que se ha visto agravada por la explosión del pasado 4 de agosto que arrasó con gran parte de la capital libanesa y dejó al menos 182 muertos.
La visita de Champagne se añade a la lista de autoridades que han acudido a Líbano desde el día de la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que llevaban seis años almacenados en el puerto de Beirut.
El próximo 1 de septiembre se espera la llegada del presidente francés, Emmanuel Macron, por segunda vez en menos de un mes con el objetivo de presionar a las autoridades para llevar a cabo las reformas y formar un Gobierno.
El Líbano se encuentra con un Gobierno en funciones después de que el gabinete del primer ministro Hasan Diab dimitiera en bloque tan solo seis días después de la deflagración.