
En dos semanas, Canadá retirará de Irak los seis cazabombarderos que tiene desplegados para combatir al grupo Estado Islámico (EI), pero al mismo tiempo multiplicará los asesores militares en el país como parte de la nueva política de combate de Ottawa contra la organización terrorista.
El cambio de la política de Canadá en la lucha contra la organización yihadista fue anunciado hoy por el primer ministro canadiense, el liberal Justin Trudeau, que de esta forma cumple la promesa realizada durante la pasada campaña electoral que culminó con su victoria en las elecciones del 19 de octubre de 2015.
Trudeau dijo hoy que Canadá retirará el 22 de febrero los seis cazabombarderos CF-18 que el anterior Gobierno conservador desplegó en Irak en 2015 pero que mantendrá los aviones de reconocimiento CP-140 Aurora y reabastecimiento CC-150 Polaris que formaban parte de la misión original.
«Es importante entender que, aunque las campañas aéreas son muy útiles para conseguir victorias militares y territoriales en el corto plazo, por si solas no consiguen la estabilidad en el largo plazo para las comunidades locales», explicó Trudeau.
«Los canadienses aprendieron esta lección de primera mano durante una década muy difícil en Afganistán, donde nuestras fuerzas se convirtieron en asesores militares experimentados de renombre mundial», añadió Trudeau en referencia a la misión en ese otro país asiático y en la que murieron 159 soldados entre 2002 y 2011.
Trudeau pronunció estas palabras sentado junto a su ministro de Defensa, Harjit Sajjan, un militar retirado que estuvo destinado en tres ocasiones en Afganistán entre 2006 y 2011.
El anuncio fue realizado días antes de que llegue a Canadá. en visita oficial, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien viajará a Ottawa y Montreal del 11 al 13 de febrero, y poco antes de que Sajjan viaje a Bruselas para reunirse con sus homólogos de la OTAN.
Precisamente Trudeau señaló de forma explícita que la nueva política de Canadá en la lucha contra EI, y especialmente la retirada de los CF-18, había sido consultada con los principales aliados de Ottawa, incluidos Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Francia, así como el gobierno de Irak.
Trudeau, a quien además de Sajjan también acompañaban sus ministros de Asuntos Exteriores y de Desarrollo Internacional, añadió que triplicará el número de asesores militares en el terreno para capacitar a las fuerzas de seguridad iraquíes.
En la actualidad, Canadá tiene asignados a Irak 69 miembros de sus fuerzas especiales en calidad de asesores militares de las fuerzas kurdas que combaten al Estado Islámico en el norte del país, por lo que Ottawa elevará a unos 210 esta cifra.
En el pasado, estos soldados han participado en combates, junto a las fuerzas kurdas, y han asistido a los aviones de la coalición al designar objetivos con láser.
Tras la rueda de prensa, el general Jonathan Vance, jefe del Estado Mayor de Canadá, confirmó que los asesores militares continuarán realizando esas tareas.
El Gobierno canadiense también triplicará, de 230 a 600, el número de soldados desplegados como parte de una fuerza de trabajo conjunta con Irak.
Finalmente, Trudeau anunció que durante los próximos tres años, Canadá destinará más de 610 millones de dólares en ayuda humanitaria a la región.
«Nuestra nueva política en Irak, Siria y las regiones cercanas refleja lo que representa Canadá: defender nuestros intereses junto con sus aliados y trabajar de forma constructiva con los socios locales para crear soluciones reales duraderas», dijo Trudeau.
La decisión de retirar los cazabombarderos fue criticada de forma inmediata por el opositor Partido Conservador que en un comunicado señaló que «en su primera gran decisión en política exterior» Trudeau ha dado «un vergonzoso paso atrás».
Por Julio César Rivas / Toronto (Canadá), 8 feb (EFE).-