Los conservadores de la oposición y otros críticos han presionado durante mucho tiempo a los liberales para que nieguen a Huawei un papel en la construcción de la infraestructura 5G del país, diciendo que permitiría a Beijing espiar a los canadienses más fácilmente.
Algunos aseguran que la participación de Huawei podría darle acceso a una variedad de información digital obtenida de cómo, cuándo y dónde los clientes canadienses usan dispositivos conectados a Internet.
A su vez, según la teoría, las agencias de seguridad chinas podrían obligar a la empresa a entregar la información personal.
ZTE es una empresa de tecnología china de propiedad parcialmente estatal que se especializa en telecomunicaciones.
Agregó en una conferencia de prensa convocada apresuradamente el jueves que la decisión siguió a una revisión completa por parte de las agencias de seguridad de Canadá, en consulta con los aliados más cercanos de Ottawa.
Tres de los socios de Canadá en la alianza de intercambio de inteligencia Five Eyes (Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia) han tomado medidas decisivas para frenar el uso de equipos de Huawei en las respectivas redes 5G de sus países.
El ministro de Seguridad Pública, Marco Mendicino, aseveró el jueves que el gobierno liberal introduciría una legislación para fortalecer aún más el sistema de telecomunicaciones de Canadá y crear un marco para proteger la seguridad nacional.