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La declaración del mpox por parte de la Organización Mundial de la Salud como emergencia de salud pública mundial significa que Canadá debe hacer su parte para ayudar a detener los brotes del virus en África, dicen los expertos.
“Cuando hay un incendio, todos lo apagamos rápidamente y todo el pueblo está a salvo. Si permites que se queme una casa en un pueblo, tarde o temprano ese incendio vendrá por ti”, dijo el Dr. Madhukar Pai, titular de la Cátedra de Investigación de Canadá en Epidemiología y Salud Global en la Universidad McGill en Montreal.
La declaración de la OMS del miércoles se produce mientras el mpox, antes conocido como viruela del mono, ha aumentado en el Congo y ha surgido en los vecinos Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, ninguno de los cuales había reportado casos del virus antes.
Otros países africanos han sufrido brotes de diferentes clados (o tipos) de mpox. Un comité de emergencia de expertos independientes le dijo al director general de la OMS que estaban preocupados por la «posibilidad de que se propague más a otros países de África y posiblemente fuera del continente», según un comunicado de prensa.
Aunque el riesgo actual en Canadá es bajo, la declaración de una emergencia internacional es una señal para que todos los países reporten sus propios casos de mpox, así como para compartir recursos para ayudar a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África a controlar los brotes, dijo Pai en una entrevista.
“Lo que deberíamos hacer… es unirnos instantáneamente con otros países del Norte Global —Estados Unidos, Reino Unido, Europa— (y) presentar un paquete de dinero, recursos, vacunas, medicamentos, pruebas, todo lo que sea necesario para que el CDC de África supere esta pandemia antes de que se convierta en una verdadera amenaza global”, dijo Pai.
Hacerlo no es sólo ser un “buen ciudadano global”, sino también la mejor manera de evitar que el mpox viaje y se convierta en una amenaza mayor en Canadá, dijo.
“No podemos permitirnos otra epidemia mundial. Y este es el momento de actuar, no cuando ya es demasiado tarde y de repente está en Montreal, sino en Toronto… y luego entrar en un frenesí tratando de adelantarnos a ella. Gastaremos millones más combatiéndola aquí en lugar de ayudar a África ahora mismo”, dijo Pai.
Jason Kindrachuk, catedrático de investigación canadiense sobre virus emergentes y reemergentes en la Universidad de Manitoba, estuvo de acuerdo.
“Los virus y las enfermedades infecciosas emergentes no respetan fronteras internacionales y no necesitan pasaporte”, dijo en una entrevista.
“A medida que dejamos que estas cosas se propaguen más ampliamente a través de las comunidades y de los países… mayor será el riesgo de que se propaguen aún más, ya sabe, a nuestro propio país”, dijo.
Kindrachuk también señaló las consecuencias financieras para Canadá, así como para otros países, si no responden rápidamente.
“Cada vez que estos brotes se intensifican hasta el punto de declarar una emergencia de salud pública, ya sea a nivel local o mundial, hay que asumir un enorme costo económico y de recursos para intentar contener la situación en ese punto”.
Una de las principales razones para declarar una emergencia internacional, dijo la OMS, es la aparición de una nueva cepa de mpox, llamada clado Ib, que se está propagando rápidamente y parece causar una enfermedad más grave.
No se han registrado casos del clado I en Canadá, dijo la Agencia de Salud Pública de Canadá en un comunicado enviado por correo electrónico el miércoles.
“La PHAC está siguiendo de cerca el aumento de casos de clado I mpox en la República Democrática del Congo (Congo) y las regiones vecinas y está en contacto con socios y expertos en la materia para actualizar las evaluaciones de riesgo, las orientaciones de salud pública y los consejos de salud para viajeros según corresponda”, dijo la agencia.
La agencia también está monitoreando un aumento en los casos de mpox del clado II en Ontario, dijo
