La selección de Brasil avanzó a la final con una victoria por 1-0 sobre Perú el lunes. Poco después, su estrella, Neymar, anunció que esperaba ver a sus archirrivales el sábado en el Estadio Maracaná.
«Quiero a Argentina en la final», declaró Neymar después del partido en el estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. «Los estoy animando porque tengo muchos amigos allí. En la final, Brasil ganará», agregó entre risas.
Argentina y Colombia jugarán la otra semifinal este martes. Solo el equipo de Lionel Messi puede igualar la campaña de Brasil hasta ahora con cinco victorias en seis partidos de la Copa América.
Neymar marcó la diferencia en el terreno accidentado del Estadio Nilton Santos de Río de Janeiro. El único gol del partido llegó en el minuto 34, luego de que engañara al defensa Alexander Callens en el borde izquierdo del área y asistiera a Lucas Paquetá, que simplemente empujó el balón al fondo de la red.
Paqueta, de 23 años , que inició el torneo en el banquillo, fue uno de los protagonistas de Brasil. Constantemente recibía el balón por el medio, aliviando la presión sobre Neymar, y también marcaba con intensidad.
El portero peruano Pedro Gallese fue uno de los mejores del partido a pesar de la eliminación de su equipo. Hizo dos paradas difíciles desde corta distancia en el minuto 18, una de Neymar y la otra de Richarlison, lo que podría haber permitido a Brasil llegar antes a la victoria.
Brasil dio la impresión de que podía anotar cuando quisiera contra Perú, un equipo que la Selecao había vencido 4-0 en la fase de grupos del torneo. Pero la segunda parte fue muy diferente, con Gianluca Lapadula obligando al portero Ederson a realizar una atajada clave en el minuto 49 tras un centro. Brasil todavía tenía oportunidades, pero siguió desperdiciando contraataques.
«Nos desgasta el partido contra Perú no solo físicamente, sino también mentalmente», confesó el técnico brasileño Tite. «En estos partidos de la Copa América jugamos una maratón mental».
Brasil buscará su décimo título en el campeonato sudamericano en su novena final en las últimas 14 ediciones del torneo. Se trasladó a Brasil después de que Argentina y Colombia se retiraran de ser coanfitriones debido a las preocupaciones sobre el COVID-19 en Argentina y las protestas callejeras en Colombia.
Brasil tiene cifras alarmantes de COVID-19 y una crisis en su confederación de fútbol que llevó a la suspensión del presidente Rogerio Caboclo luego de un cargo de acoso sexual. Caboclo niega haber actuado mal.
Hace dos años, Brasil ganó el título sin el lesionado Neymar en la victoria por 3-1 sobre Perú. La final del próximo sábado, que se jugará sin fanáticos debido a la pandemia de COVID-19, promete ser más desafiante.
Perú jugará el viernes en el playoff por el tercer lugar contra el perdedor de la semifinal del martes. El entrenador Ricardo Gareca destacó que tiene esperanzas después de las actuaciones de su equipo en la Copa América.
«La clave es la superación constante de este equipo ante las adversidades que enfrentamos, las reacciones que tenemos. Perú tiene jugadores jóvenes que lo hicieron bien», añadió Gareca. «Ojalá hubiéramos avanzado, pero ahora tenemos que prepararnos de la mejor manera posible para el futuro».
Mientras tanto, Brasil jugará para demostrar que es el equipo a batir en Sudamérica y uno de los favoritos para el Mundial de Qatar el próximo año.
