Brasil ratificó su primer lugar en el grupo A tras derrotar cómodamente 5 -0 a la selección peruana en un partido que se definió practicamente en el primer tiempo donde logró anotar tres goles tras varios errores puntuales del arquero Pedro Gallese.
Muy temprano, tan solo a los 12 minutos, Casemiro anotó el primer gol del partido por medio de un cabezazo en el área chica tras una asistencia de Marquinhos. No pasaría mucho cuando Gallese cometería un blopper que le costó el segundo gol a la selección inca: en una pelota controlada en la salida de Perú, el arquero intenta reventar el balón pero este se estrella en el delantero brasilero Firmino y pega en el palo quedándole el rebote para que solo la empujara al fondo de la red y decretara el dos a cero.
Sin embargo, la noche sería larga para el guardameta peruano, que también se vio comprometido en el tercer gol de los brasileros, cuando Everton remató desde larga distancia y la pelota entró por el palo que debía resguardar.
Así terminaría la primera parte, pero no la goleada de los locales, ya que en la segunda parte, el veterano Dani Alves anotaría el cuarto gol tras una gran jugada colectiva por derecha donde él es quien inicia y termina la jugada.
Brasil dominó el partido de principio a fin, impuso sus condiciones y fue dueño del esférico todo el partido, desnudó las falencias de su rival y lo hizo ver impotente, hasta el punto que en algunos pasajes del partido recurrió al juego fuerte para tratar de frenar a la máquina amarilla, pero poco pudo hacer ante la superioridad de los locales que redondearon la goleada y la manita con un golazo de William que acomodó el balón a un punto inalcanzable.
Sobre el final del partido, el arquero Gallese pudo recomponer un poco su actuación cuando le detuvo un penal a Gabriel Jesus evitando el sexto gol del partido.
Tite logró de esta forma apaciguar las fuertes criticas que hay en su contra y encontró un oasis para redescubrir el «jogo bonito» que siempre ha caracterizado a la selección de Brasil.
