La Cancillería boliviana confirmó que recibió de Estados Unidos una solicitud de detención «con fines de extradición» del exjefe antinarcóticos de Bolivia Maximiliano Dávila, recluido desde hace unos días en una cárcel de La Paz por supuestos vínculos con narcotraficantes.
«Nos ha llegado desde Estados Unidos una solicitud (…) de detención preventiva con fines de extradición del ciudadano boliviano Maximiliano Dávila Pérez», dijo en una conferencia de prensa el ministro boliviano de Exteriores, Rogelio Mayta.
La solicitud llegó a través de la Embajada estadounidense en La Paz y se enmarca en el tratado de extradición firmado por ambos países, indicó.
Mayta explicó que a la Cancillería le corresponde revisar el cumplimiento de requisitos formales en estas solicitudes, pero la entidad que define si proceden o no es el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Tras la revisión, el ministerio puede devolver el documento si hay observaciones o remitirlo al TSJ si los requisitos se cumplieron, para lo cual no hay un plazo establecido en el tratado de extradiciones, precisó.
«Estamos recién en el inicio de esta solicitud, el trámite está acá en Cancillería, nuestra dirección jurídica y las unidades especializadas están realizando el trabajo y eventualmente, según verifiquen el cumplimiento de requisitos, se tomará la decisión ya sea de enviarla al TSJ o realizar alguna observación», agregó.
Un antecedente
Mayta evitó pronunciarse sobre la procedencia o no de la solicitud, aunque sí recordó un trámite del que fue parte hace años ante Estados Unidos como abogado de las víctimas de una revuelta social en 2003 conocida como el «octubre negro».
La represión militar y policial de aquellas protestas ciudadanas dejó más de 60 muertos y centenares de heridos, derivando además en la renuncia del entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Desde entonces, Sánchez de Lozada y quien fue su ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, viven en Estados Unidos.
Mayta recordó que se pidió la extradición de ambas exautoridades en 2008 y 2012 para procesarlos por delitos como «masacre sangrienta» y «hasta el día de hoy Estados Unidos no se ha pronunciado sobre esto».
«Como autoridad no puedo adelantar ningún criterio, ni meterme en una competencia de otras autoridades nacionales. Lo que sí vamos a hacer es revisar» el cumplimiento de requisitos en «plazos razonables», indicó.
La recompensa
La Embajada estadounidense también ha informado al Gobierno boliviano sobre la oferta de una recompensa de 5 millones de dólares por información que pueda llevar a la condena de Dávila, a quien EE. UU. considera involucrado en el narcotráfico.
Se trata de una comunicación «por gentileza diplomática» y la oferta «no compromete al Estado boliviano» porque se rige por normas internas de Estados Unidos, según Mayta.
Dávila, el exdirector nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en el último Gobierno del expresidente de Bolivia Evo Morales, fue detenido en enero en el sur boliviano cerca de la frontera con Argentina.
El exjefe policial está encarcelado preventivamente en La Paz acusado por el presunto delito de legitimación de ganancias ilícitas.
El Departamento de Estado estadounidense señaló en esta jornada que Dávila «utilizó su posición para proteger aeronaves empleadas para transportar cocaína a través de terceros países para la distribución en EE. UU.».
La semana pasada, las autoridades bolivianas acusaron al exjefe policial de «proteger» a una red de narcotraficantes que fueron arrestados en Perú y Colombia y que son investigados por la Agencia Antidrogas de EE. UU.