A menos que ocurra algo inesperado, Joe Biden representará al Partido Demócrata contra el presidente Donald Trump este otoño. El lugar del exvicepresidente en la papeleta de las elecciones presidenciales se consolidó el miércoles por la decisión de Bernie Sanders de poner fin a su campaña.
Muy probablemente, Biden no asegurará el número de delegados que necesita para afianzar la nominación sino hasta junio. Pero sin ningún rival demócrata a la vista, el exvicepresidente ha dado inicio a una campaña electoral que seguramente será la más costosa y la más agresiva en la historia de Estados Unidos.“No será fácil. Nadie está confundido respecto a eso. Pero estamos listos para las elecciones generales. Estamos listos para nuestro abanderado”, dijo Tom Perez, presidente del Comité Nacional Demócrata. “Estoy confiado porque los valores de Joe Biden reflejan los valores de la mayoría de los estadounidenses que podemos ganar”.
Entre Biden y Trump, el electorado elegirá entre dos septuagenarios blancos con posiciones completamente diferentes en torno a la atención médica, cambio climático, política exterior y liderazgo en una época de partidismo extremo.
Con 77 años, Biden se convirtió en el candidato demócrata a la presidencia de mayor edad en la historia moderna. Y al haber pasado gran parte de su vida como funcionario electo en Washington, ningún otro candidato ha tenido más experiencia en el gobierno.
Pero en Trump, Biden enfrenta a un adversario que nunca había visto en décadas de carrera política. El presidente republicano de 73 años arranca con una enorme ventaja financiera y una disposición bien establecida de ganar a toda costa.
La campaña de Trump avanza con un ataque por múltiples frentes que combina críticas legítimas con acusaciones sin fundamento y, en algunos casos, teorías de conspiración. Es parecida a la estrategia poco convencional que utilizó contra Hillary Clinton hace cuatro años con un éxito devastador e inesperado.
Tim Murtaugh, portavoz de la campaña de Trump, dijo que Biden será retratado como demasiado liberal para la mayoría de los estadounidenses, y se verá agobiado por preguntas sobre los negocios de su hijo en el extranjero y sobre la cuestionable agudeza mental a su edad. Brad Parscale, director de campaña de Trump, pronosticó que el mandatario “destruirá” a Biden, a quien el presidente y sus asesores han apodado “somnoliento Joe”.
“El presidente Trump sigue trastocando a Washington D.C, mientras que Biden representa la vieja y desgastada guardia y continúa mimando al régimen comunista de China”, señaló Parscale.
El equipo de Trump también cree que puede ganarse a los simpatizantes descontentos de Sanders, quienes ven a Biden como un miembro consumado de Washington. Poco después del anuncio de Sanders, el presidente acusó sin evidencia que los líderes demócratas conspiraban contra Sanders.
El Comité Nacional Republicano ya ha armado un extenso libro de investigación sobre Biden. El bando republicano ha designado a 10 investigadores y ha enviado cientos de solicitudes de información y registros públicos relacionadas con el exvicepresidente para recopilar material dañino adicional.
Antes de que Biden pueda cambiar por completo su enfoque a Trump, el exvicepresidente debe ganarse a los escépticos simpatizantes de izquierda de Sanders, que han destrozado el historial de Biden en torno al comercio, justicia criminal, las empresas estadounidenses y política exterior. La rama más progresista del partido también teme que las políticas de Biden sobre atención médica y medio ambiente, entre otras, no vayan lo suficientemente lejos.
Mientras tanto, ambos candidatos están observando una pandemia de coronavirus que ha puesto de cabeza la logística de las campañas electorales de 2020. Dado que el punto máximo de infecciones aún está a varias semanas de distancia para muchas partes del país, el brote y la devastación económica relacionada jugarán un papel importante para moldear la actitud de los votantes y las logísticas de campaña.
Por ahora, Biden y Trump están encerrados en casa, al igual que gran parte de Estados Unidos.