Fue una agonía en Atlanta para Joe Biden, para los demócratas y para cualquiera en el mundo que teme otra presidencia de Donald Trump. Porque las posibilidades de que eso ocurra acaban de aumentar.
Biden pareció confundido durante agonizantes 14 segundos al principio, en un momento catastrófico que entrará en los anales de la historia de los debates presidenciales como uno de los más incómodos. Con la voz ronca y la mirada distante, los primeros errores de Biden inmediatamente generaron conversaciones sobre si el presidente en ejercicio debería retirarse de la carrera. Los demócratas comenzaron a mirar el calendario y a preguntarse si Biden podría hacerse a un lado antes de su convención en dos meses, para que los delegados pudieran elegir a un nominado diferente.
Después de que terminó el debate, apenas había necesidad de un republicano en los paneles posteriores al evento; los demócratas desalentados fueron lo suficientemente brutales, especulando sobre la retirada de Biden. «No es solo pánico; es dolor», dijo el analista demócrata Van Jones justo después de que terminó el debate del jueves.
«Amo a Joe Biden. Trabajé para Joe Biden… Amo a ese tipo. Es un buen hombre,» dijo Jones. «[Pero] creo que hay muchas personas que van a querer verlo considerar tomar un curso diferente ahora. Todavía estamos lejos de nuestra convención. Y hay tiempo para que este partido encuentre una manera diferente de avanzar, si él nos permite hacerlo.»
En la generalmente amistosa sección de opinión del New York Times, las columnas llevaban titulares como «Presidente Biden, es hora de retirarse» y «Biden no puede seguir así» y «El presidente Biden es mi amigo. Debe retirarse de la carrera.»
El rendimiento de Biden distrajo de las deficiencias de Trump
La exsenadora demócrata Claire McCaskill, en MSNBC, también se describió a sí misma como desolada. No pudo decir si Biden seguiría siendo el candidato y dijo que estaba siendo inundada con mensajes de texto de donantes del partido y miembros del Congreso aterrorizados.
Los errores cognitivos de Biden distrajeron de lo que normalmente habría sido la principal historia posterior al debate en cualquier era política normal: las propias deficiencias de Trump. El expresidente hizo afirmaciones salvajes; no mostró arrepentimiento por su papel en uno de los momentos más oscuros de la historia estadounidense: el ataque al Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021; y no dijo inequívocamente si aceptará los resultados de esta elección.
Pero una analista electoral estadounidense bien respetada y no partidista argumentó que el daño aquí era incuestionable: Biden perdió terreno, dijo Amy Walter. Fue Biden quien pidió este debate, meses antes de lo habitual, porque estaba ansioso por reiniciar la carrera, en la que está detrás en la mayoría de las encuestas. «En cambio, lo único de lo que estamos hablando es del pobre rendimiento de Biden,» tuiteó Walter, la editora en jefe del Cook Political Report. «El mayor problema para Biden ahora es que su base/donantes estarán súper deprimidos y preocupados.»
En otras palabras, es hora de entrar en pánico ahora. A menos que estés apoyando a Trump.
Los momentos iniciales del debate, que tienden a ser los más vistos, podrían haber sido fácilmente una instantánea de la presidencia de Biden. Ha acumulado algunas victorias históricas, con uno de los registros legislativos más exitosos de la era moderna, con leyes sobre infraestructura, energía verde, reubicación de manufactura de alta tecnología, reducción de precios de medicamentos, control de armas, expansión de la OTAN y estimulación de nuevos empleos, que se recuperaron después de la pandemia. Pero no pudo explicar una de esas victorias.
En una caída inimaginable para la mayoría de los ocupantes de su cargo, Biden se desvió del curso hacia un barranco de incongruencias y no pudo encontrar el camino de vuelta. Estaba tratando de recordar a los espectadores que los recortes de impuestos de Trump habían drenado las finanzas públicas, acumulando trillones en nueva deuda (lo cual es cierto); y que él, a diferencia de Trump, quiere aumentos de impuestos para los multimillonarios.
Parecía empezar a hacer el punto de que los aumentos de impuestos a los multimillonarios podrían mejorar los servicios para todos los estadounidenses, corrigiéndose a sí mismo después de referirse erróneamente a los billonarios. No pudo corregir lo que vino después: «Con el COVID… Perdón… Mira.» Hubo pausas dolorosas, el reloj tic-tac, tic-tac, y Biden concluyó con, «Finalmente vencimos a Medicare.»
Lo que parecía estar refiriéndose era a cómo venció a las compañías farmacéuticas, obligándolas a negociar precios más bajos para los ancianos a través del programa Medicare para la tercera edad. Este fue un logro histórico para un presidente de EE.UU. Simplemente no está claro cómo se conecta con gastar nuevos ingresos fiscales de los multimillonarios, ya que fue una medida de ahorro de costos.
Hubo un momento similar poco después. Durante un intercambio sobre el aumento de la migración irregular a través de la frontera sur, Biden hizo afirmaciones dudosas sobre la disminución de los cruces, luego concluyó con una serie de pensamientos incompletos. En este punto, Trump comenzó a burlarse del estado cognitivo de su oponente. «Realmente no sé lo que dijo al final de esa oración,» dijo Trump. «No creo que él sepa lo que dijo, tampoco.»
