Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional se apresuraron a reaccionar ante la impactante caída de Kabul a manos de los talibanes.
Aviones militares de Estados Unidos, Alemania y otros países participaron en operaciones de evacuación en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai (HKIA), donde tanto extranjeros como afganos, intentaron desesperadamente huir del avance de los talibanes.
Los líderes mundiales salieron con diversas declaraciones de solidaridad con el pueblo afgano, condenando a los talibanes y advertencias sobre quienes podrían buscar refugio del nuevo régimen islamista ultraconservador.
Biden está detrás de la retirada de tropas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó una conferencia de prensa el lunes para abordar las duras críticas dirigidas contra su administración por su manejo de la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
Reiteró que su determinación de seguir adelante con la retirada, anunciada primero por el ex presidente Donald Trump, fue la «decisión correcta».
«Respaldo totalmente mi decisión. Después de 20 años, aprendí de la manera más difícil que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas», sostuvo Biden.
Sin embargo, culpó del colapso del gobierno afgano a sus líderes y la falta de voluntad de las fuerzas afganas para luchar contra los talibanes.
El presidente también encargó al secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken, que asignara 500 millones de dólares para cubrir las «necesidades urgentes e inesperadas de refugiados y migración de refugiados, víctimas de conflictos y otras personas en riesgo como resultado de la situación en Afganistán».
Escenas desesperadas en el aeropuerto de Kabul
Estados Unidos también afirmó que mantendría tropas en el aeropuerto de Kabul para continuar evacuando a ciudadanos estadounidenses y afganos que habían apoyado a las tropas estadounidenses «siempre que sea seguro hacerlo».
«Trabajaremos las veinticuatro horas del día para reubicar a tantas personas elegibles como podamos», aseveró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El aeropuerto se vio obligado a cesar sus operaciones durante varias horas después de que multitudes invadieron la pista, tratando de subirse a los aviones y salir del país.
Los funcionarios estadounidenses confirmaron que varias personas habían muerto durante el caos y algunas habían caído de un avión de transporte militar que partía. Las fuerzas estadounidenses también mataron a tiros a dos personas que habían blandido armas.
Las operaciones del aeropuerto se reanudaron temprano el martes por la mañana con aviones alemanes y estadounidenses que lograron aterrizar, dejaron soldados para ayudar a asegurar el aeropuerto y evacuaron a varias personas.