El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió este viernes de las «implicaciones» para China si ofrece «apoyo material» a Rusia, mientras que su homólogo chino, Xi Jinping, pidió a EE.UU. compartir responsabilidades en la primera conversación entre ambos tras la invasión rusa de Ucrania.
La reunión virtual entre los líderes de las dos grandes potencias mundiales mostró la distancia existente entre Washington y Pekín, con dos comunicados con pocos puntos en común.
De acuerdo con la nota de la Casa Blanca, Biden «describió» ante Xi «las implicaciones y consecuencias si China ofrece apoyo material a Rusia mientras lleva a cabo ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos», sin que se hayan precisado las potenciales represalias.
Asimismo, el mandatario estadounidense «detalló los esfuerzos de Washington y sus aliados para prevenir y luego responder a la invasión (iniciada el pasado 24 de febrero), incluida la imposición de costos a Rusia».
A continuación, Biden subrayó «su respaldo a una resolución diplomática de la crisis», que ha provocado ya más de 3 millones de refugiados que han salido de Ucrania escapando de los bombardeos rusos.
Una llamada, dos versiones
Por su parte, la versión china de la videoconferencia, que salió antes de la estadounidense, indicó que Xi instó a ambas potencias a trabajar conjuntamente.
«Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y como las dos principales economías del mundo, no solo debemos avanzar nuestras relaciones por la senda correcta, sino también compartir nuestra responsabilidad internacional y trabajar por la paz y la estabilidad mundial», de acuerdo con una transcripción de la agencia oficial china.
En este sentido, Xi recalcó a Biden que la paz y el desarrollo se enfrentan a «serios desafíos» y el escenario mundial ha cambiado desde su última conversación, el 16 de noviembre de 2021.
«Los hechos muestran de nuevo que los países no deberían llegar al extremo de encontrarse en el campo de batalla. El conflicto y la confrontación no le interesan a nadie, y lo que más debería atesorar la comunidad internacional es la paz y la seguridad», añadió el mandatario chino.
Preocupación persistente de Washington
Poco después, en una llamada con periodistas para comentar la reunión entre Biden y Xi, una alta funcionaria de la Casa Blanca, que solicitó mantener el anonimato, aseguró que la conversación, de casi dos horas de duración, había sido «directa, sustantiva y detallada».
Sin embargo, la funcionaria estadounidense eludió informar acerca de si China había dado garantías de que no ofrecería ayuda militar o económica a Rusia en su invasión a Ucrania, algo sobre lo que Washington ha expresado creciente inquietud en los últimos días.
En el trasfondo está la supuesta petición a China por parte de Rusia de ayuda militar para invadir Ucrania, una solicitud publicada por medios estadounidenses citando a funcionarios de ese país y que Pekín ha calificado de «completamente falsa» y «pura desinformación».
En una rueda de prensa este viernes, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, reiteró que EE.UU. mantiene esa «preocupación» por lo que continuará la «vigilancia».
Canales de comunicación abiertos
Sobre Taiwán, territorio del que China reclama la soberanía y que es uno de los mayores puntos de fricción con Washington, Biden reiteró que la política de EE.UU. sobre la isla «no ha cambiado» y enfatizó que continúa oponiéndose a cualquier modificación unilateral del ‘statu quo'».
Ambos líderes coincidieron, no obstante, en la importancia de mantener los canales de comunicación «abiertos» y continuar las conversaciones dada la gravedad de la crisis.
La reunión de hoy se produce menos de una semana después de la mantenida en Roma entre el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, y el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores de China, Yang Jiechi.
Desde el comienzo de la ofensiva rusa en Ucrania, China ha declarado su apoyo a la integridad territorial de todos los países, incluida Ucrania, al tiempo que ha evitado condenar las acciones rusas, que ha evitado definir como «invasión».