La reina Beatriz de Holanda, que festejará sus 75 años el próximo jueves, anunció hoy su decisión de abdicar, después de más de tres décadas en el trono, en favor de su primogénito, Guillermo Alejandro, casado con la argentina Máxima Zorreguieta.
«No abdico porque el cargo se me haga pesado sino con el convencimiento de que la responsabilidad sobre nuestro país tiene que estar en manos de una nueva generación», dijo la reina holandesa durante un discurso televisado, al que siguió la comparecencia del primer ministro, Mark Rutte.
Los rumores en torno a la posibilidad de que la soberana siguiese los pasos de su madre, la reina Juliana, quien abdicó al cumplir los 71 años, se habían dejado escuchar en los últimos meses en algunos medios holandeses, pero causó sorpresa el anuncio este lunes.
Ataviada con un vestido azul klein y con un broche de brillantes en su hombro izquierdo, Beatriz de Holanda, aseguró por televisión a su compatriotas que «con gran confianza» traspasará la Corona «el próximo 30 de abril a mi hijo, el príncipe de Orange. Él y la princesa Máxima se han preparado completamente para su función futura».
Guillermo Alejandro de Orange-Nassau y su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, se convertirán en reyes de Holanda ese día, y su hija mayor, Amalia, nacida en 2003, será la princesa heredera.
Guillermo y Máxima tienen otras dos hijas, Alexia (2005) y Ariane (2007).
«Tras la coronación de Guillermo Alejandro, Máxima adquirirá el título de reina», señaló hoy a Efe una portavoz de la Casa Real holandesa, que también explicó que la primera en la línea de sucesión será la princesa Amalia.
El discurso de Beatriz de Holanda, que duró menos de 4 minutos y que se grabó hoy mismo en su despacho palaciego, se pudo contemplar también a través del canal que la Casa Real holandesa tiene en Youtube.
La reina Beatriz aseguró que Guillermo Alejandro, de 45 años, y Máxima, de 41, servirán a Holanda «con dedicación, fidelidad a la Constitución y dando forma al reinado con sus propios talentos».
De la misma opinión fue el primer ministro, el liberal Mark Rutte, quien tras conocerse la decisión de la reina, compareció ante la prensa y aseguró que los príncipes de Orange «cumplirán de forma exitosa sus nuevas funciones».
Rutte recordó que al heredero, quien poco después del anuncio fue fotografiado saliendo de palacio en un automóvil que conducía su esposa, le espera un cargo «importante y multifacético».
El primer ministro expresó además todo su «respeto» y «admiración» por la figura de la reina Beatriz, a la que calificó como un «icono» para Holanda, y de quien dijo que «siempre ha estado ahí», al tiempo que destacó su papel en los momentos más difíciles del país.
«Me parece un buen momento para dar este paso», dijo Beatriz de Holanda, que recordó los años que lleva ocupando el trono.
Subrayó también que pese a abandonar el cargo, no se despide de los holandeses, «a los que espero encontrar a menudo… Estoy agradecida por los muchos años en los que he podido ser reina», señaló.
La coronación del príncipe heredero como Guillermo Alejandro, y no como Guillermo IV como esperaban los holandeses, tendrá lugar el 30 de abril, cuando se cumplan 33 años de la jefatura del Estado de la reina Beatriz y pocos días después de que el heredero haya cumplido 46 años.
Guillermo Alejandro será el primer monarca varón en Holanda desde Guillermo III, que falleció en 1890, y junto a él reinará su esposa como reina Máxima, una mujer que ha sabido vencer las reticencias que su matrimonio por amor causó en la sociedad holandesa por ser hija de un antiguo ministro del régimen de Jorge Rafael Videla en Argentina.
Máxima Zorreguieta será la segunda latinoamericana en sentarse en un trono europeo, después de que el 7 de octubre de 2000 la cubana María Teresa Mestre, esposa del Gran Duque de Luxemburgo, se convirtiera en la gran duquesa de ese país centroeuropeo.
La reina Silvia de Suecia también tiene orígenes latinoamericanos, ya que su madre, Alice Soares de Toledo, era una dama de la alta sociedad brasileña de Sao Paulo.
La holandesa es una monarquía constitucional en la que el rey nombra al primer ministro tras la celebración de elecciones y cada año pronuncia ante el Parlamento el denominado «Discurso de la Corona», en el que repasa el estado de la Nación, y con el que se inauguran las sesiones parlamentarias.
Además, preside el Consejo de Estado y representa a Holanda tanto dentro como fuera del país.
La Haya, 28 ene (EFE).-