Se espera que el Bank of Canada tome con calma la sorprendente fortaleza económica reciente y deje las tasas de interés sin cambios en su reunión del miércoles, cifrando sus esperanzas en el enfriamiento de la actividad a medida que se hunden los mayores costos de endeudamiento, explicaron analistas.
El mes pasado, Bank of Canada se convirtió en el primer gran banco central mundial en pausar su campaña de aumento de tasas, luego de elevar su tasa de referencia a un máximo de 15 años de 4,50%. Agregó que no se necesitarían más ajustes si la economía se desacelera, o incluso entra en una ligera recesión, como se espera.
Si bien la inflación se ha enfriado en los últimos meses, otros indicadores económicos apuntan a una economía que está recuperando el ritmo de un lento cuarto trimestre.
Los datos preliminares de la semana pasada mostraron que el producto interno bruto (PIB) aumentó un 0,3 % mes a mes en febrero, basándose en un aumento del 0,5 % más fuerte de lo esperado en enero. Los datos de empleo de marzo mostraron una séptima ganancia consecutiva de empleo.
«La economía está mostrando un impulso renovado, con más personas trabajando y viendo cómo aumentan sus ingresos», indicó James Orlando, economista senior de TD Economics. «Están gastando de nuevo. Esto se traducirá en un mayor crecimiento económico».
Esa es una buena noticia para la mayoría, pero no para el gobernador del Bank of Canada (BoC), Tiff Macklem, ya que podría cuestionar su decisión de anunciar una pausa condicional en las tasas en enero.
Macklem busca reconstruir la confianza del público después de enfrentar críticas por actuar con demasiada lentitud para controlar la inflación, que se disparó después de que se levantaron las restricciones por la pandemia. El banco central ha admitido haber juzgado mal inicialmente las presiones sobre los precios.
Ese esfuerzo podría verse complicado por el reciente presupuesto del primer ministro Justin Trudeau, que ha definido miles de millones de dólares en nuevos gastos.
