El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, viajará a final de semana a la región de Oriente Medio para impulsar el restablecimiento de las conversaciones directas entre palestinos e israelíes auspiciadas por Estados Unidos.
Ban visitará Jordania, Palestina e Israel y se entrevistará con sus máximos dirigentes para impulsar las negociaciones de paz entre los palestinos e Israel, según anunció hoy ante la prensa un portavoz de la ONU, Eduardo del Buey.
El secretario general se reunirá con el rey Abdulá de Jordania, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, así como con los líderes de las negociaciones de ambas partes y el nuevo enviado especial de EE.UU., Martin Indyk.
Del Buey detalló que, durante su estancia en Ramala, el máximo responsable de Naciones Unidas visitará la tumba de Yasir Arafat, mientras que en Jerusalén acudirá a la tumba de Isaac Rabin en el Monte Herzl.
«Aprovechará sus contactos para transmitir un mensaje de apoyo a las negociaciones de paz en Oriente Medio», añadió el portavoz, quien precisó que Ban está involucrado en el proceso como uno de los miembros del Cuarteto, integrado por EE.UU., Rusia, la ONU y la Unión Europea.
Las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes comienzan mañana miércoles en Jerusalén, después de una ronda de contactos en Washington los pasados 29 y 30 de julio entre los jefes negociadores israelí y palestino, Tzipi Livni y Saeb Erekat.
En esa primera ronda, Livni y Erekat diseñaron un plan de trabajo para alcanzar un acuerdo de paz en los próximos nueve meses, sin dejar fuera ninguno de los asuntos más conflictivos y comenzando por las fronteras y las medidas de seguridad.
Por un lado, Israel se ha comprometido a liberar mañana a un centenar de presos palestinos encarcelados en sus prisiones antes de los Acuerdos de Oslo (1993) como gesto destinado a allanar el camino al regreso al diálogo, paralizado desde hace cerca de tres años.
Por otro, el Ministerio israelí de Vivienda anunció el pasado domingo la construcción de las nuevas casas, como contrapartida a la decisión de liberar de la cárcel a los primeros 26 presos de los 104 que cumplen condena desde antes de 1993.
EE.UU. ha mostrado su «seria preocupación» por ese anuncio pero el secretario de Estado, John Kerry, descartó que pueda ser un «contratiempo» antes de que comiencen las rondas de negociaciones, aunque instó a las partes a no tender provocaciones.
Naciones Unidas, 13 ago (EFE).-