Los sospechosos, incluidos dos empleados de Air Canada, falsificaron una carta de porte aéreo para robar un cargamento procedente de Suiza de 6.600 lingotes de oro que pesaban 400 kg (882 libras) y 2,5 millones de dólares canadienses en moneda extranjera, dijeron funcionarios de la policía.
Hablando exactamente un año después del atraco, que tuvo lugar en una instalación de carga de Air Canada en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto, la policía regional de Peel en una rueda de prensa nombró a los nueve sospechosos y detalló los 19 cargos que enfrentan.
Cinco sospechosos fueron arrestados en Canadá y puestos en libertad bajo fianza en espera de juicio. Un sospechoso, originario de Brampton, Ontario, fue arrestado en Pensilvania junto con armas de fuego y permanece bajo custodia en Estados Unidos. Se han emitido órdenes de arresto en todo Canadá contra los tres sospechosos restantes, dijo la policía.
Air Canada dijo que había suspendido a un empleado de la división de carga acusado del robo, mientras que el otro, que trabajaba en el mismo departamento en el momento del robo, había abandonado la aerolínea antes de que se anunciaran los cargos.
«Como esto está ahora ante los tribunales, nuestra capacidad para hacer más comentarios está limitada», dijo Air Canada en un comunicado.
Los investigadores de la policía regional de Peel, en colaboración con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos, recuperaron un kilo de oro (2,2 libras) y unos 434.000 dólares canadienses en moneda canadiense.
«Creemos que fundieron el oro y luego las ganancias que obtuvieron del oro las utilizaron para ayudar a financiar las armas de fuego», dijo el sargento detective Mike Mavity.
La policía también recuperó unas 65 armas de fuego que, según los investigadores, fueron compradas con las ganancias del robo.
Tras el atraco, Brinks, proveedor de servicios de seguridad y transporte con sede en Miami, demandó a Air Canada en octubre, alegando «negligencia y descuido» por parte de la aerolínea.
Brinks había sido contratado por el banco suizo Raiffeisen Schweiz y la empresa de refinación de metales preciosos Valcambi para trasladar los objetos de valor de Zurich a Toronto.
