El periodista mexicano Gregorio Jiménez de la Cruz, que había sido secuestrado por varios desconocidos el pasado miércoles, apareció hoy sin vida, informaron fuentes oficiales.
El profesional, que vivía en el estado oriental de Veracruz, cubría información policial para los diarios Notisur y Liberal del Sur.
El procurador de justicia (fiscal) de Veracruz, Amadeo Flores, indicó en una rueda de prensa que el cadáver del periodista fue hallado junto con los cuerpos de otras dos personas en fosas clandestinas en el municipio de Las Choapas.
El cuerpo del periodista fue «identificado plenamente» por los dictámenes periciales, apuntó el funcionario, quien agregó que el móvil del crimen fue una «venganza personal».
El hallazgo de los cadáveres fue posible tras la detención el lunes de José Luis Márquez Hernández en la terminal de autobuses de Coatzacoalcos, Veracruz, en momentos en que se disponía a abandonar el estado.
Según el fiscal, Márquez admitió «haber participado en los hechos que condujeron a la desaparición y posterior homicidio de Gregorio Jiménez» y reveló que la dueña de un bar, identificada como Teresa de Jesús Hernández Cruz, contrató a «un grupo de sicarios para que lo sustrajeran de su domicilio y le dieran muerte» debido a «diferencias personales».
Dicha versión fue confirmada con el hallazgo de los cuerpos de tres personas dentro de dos fosas en una casa de seguridad en el municipio de Las Choapas, añadió Flores.
El detenido señaló a otras personas que presuntamente participaron en los hechos, lo que permitió la captura de cuatro sospechosos más, incluida la dueña del bar.
El procurador indicó que aún están en la búsqueda de otros presuntos responsables de estos y otros delitos cometidos en la zona, por lo que indicó que la investigación sigue abierta.
Sobre los otros dos cadáveres encontrados en las fosas, dijo que uno de ellos fue identificado como Ernesto Ruiz Guillén, mientras que del tercero aún se desconoce su identidad.
De 2011 a la fecha han sido asesinados 10 periodistas en Veracruz, al menos tres han sido reportados como desaparecidos y una docena han tenido que abandonar el estado debido al clima de violencia generado por los cárteles de las drogas.
Con 87 periodistas asesinados desde 2000, según cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), México es el país más peligroso de América Latina para ejercer esta profesión.
Veracruz (México), 11 feb (EFE).-
