Luego de un remate sensacional, Anthony Zambrano le dio una gran alegría a Colombia tras conseguir la medalla de plata en los 400 metros planos en Tokio 2020.
«Es un orgullo representar a mi país, representar a mi departamento, que amo mucho Barranquilla aunque nací en Maicao. Esta es una alegría que le doy a mi país, a la nueva generación del atletismo colombiano, que sí se puede salir adelante y sí se puede lograr cuando tienes disciplina, esfuerzo y dedicación, y cuando entregas todo y te entregas a Dios», confesó Zambrano a los medios.
Con mucha emoción, el colombiano agradeció por todo el apoyo que recibió durante los Juegos Olímpicos, pero su mayor agradecimiento iba para su madre, quien desde muy pequeño lo ha sacado adelante.
El deportista le dijo a los medios que antes de participar, presentaba una molestia física en la pierna, la cual lo hizo dudar en su participación. A pesar de ello, esto no fue un impedimento para lograr la gran hazaña de hoy.
«Siempre me entrego a Dios, le digo que me de lo que me merezco, ni más ni menos. Este año para mí fue lo peor, pensé como en dejar los Juegos Olímpicos a un lado porque he tenido muchas lesiones. Mucha gente dice ‘Zambrano está bien’, pero no saben los esfuerzos, la dedicación que he tenido. Ya casi voy para un año afuera de mi país, afuera de mi madre, aparte que soy hijo único yo la amo mucho, todo lo hago por ella, sino no estuviera aquí. Dos días antes de la clasificación tenía un dolor en el cuádriceps muy fuerte. Gracias a Dios cumplimos el objetivo: ser subcampeón olímpico y darle una alegría a mi país», añadió Anthony.