Inicio Tecnologia Álvaro Giménez (ESA) dice que el Universo se expande más despacio de...

Álvaro Giménez (ESA) dice que el Universo se expande más despacio de lo que se creía

283
0
El director de ciencia de la Agencia Espacial Europea (ESA), el español Álvaro Giménez. EFE/Archivo

La imagen de la primera luz del Universo capturada por el telescopio espacial europeo Planck, la más precisa hasta ahora, demuestra que el Universo se expande a menor velocidad de lo que se creía y aumenta su edad en 80 millones de años.

«La velocidad a la que se expande el Universo es más lenta de lo que se pensaba antes», explicó hoy en una entrevista con Efe el director de ciencia de la Agencia Espacial Europea (ESA), el español Álvaro Giménez.
La imagen data de unos 380.000 años después del Big Bang, cuando el Universo dejó de ser opaco y se hizo transparente de forma que los fotones podían viajar, y revela que la edad exacta del cosmos es de 13.810 millones de años.
«Es la muestra más antigua que tenemos, como nuestro fósil para estudiar el Universo. Ahora podremos saber qué pasó en el principio del Universo con el Big Bang, que es una gran explosión a partir de la cual se desarrolló lo que hoy conocemos», agregó el científico.
La imagen muestra «la radiación cósmica de fondo» o «radiación cósmica microondas (CMB, por sus siglas en inglés), una reliquia cosmológica congelada en el espacio durante miles de millones de años.
En ella se aprecian «pequeñas variaciones de temperatura» representadas por distintos colores que eran las semillas a partir de las que «se han construido la materia, las galaxias… el Universo que conocemos ahora,» aclaró Giménez.
Poco después del Big Bang -en escala temporal astrofísica- lo que hoy llamamos galaxias se fueron concentrando «donde había más materia, donde la temperatura era más fría», en un momento en el que el termómetro del Universo marcaba unos 3.000 grados kelvin.
Comenzó la expansión, el Universo se enfrió y aquellos fotones se hicieron «menos energéticos» hasta que sus restos, transformados hoy en «ondas submilimétricas», están sólo 2,7 °C por encima del cero absoluto de -273,15 °C (0 grados kelvin).
La imagen es el resultado del procesamiento de los datos obtenidos hasta ahora por el Planck, un telescopio espacial lanzado en mayo de 2009 en un cohete Ariane 5 desde la base de Kurú, en la Guayana francesa, para cartografiar el cosmos orbitando a 1.500 millones de kilómetros de la Tierra.
Los satélites COBE (Cosmic Background Explore) y WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe) de la NASA ya habían producido versiones anteriores de esa fotografía en 1992 y 2003, respectivamente, pero el Planck ha mejorado la calidad de esa imagen.
«Es llevar el WMAP a su extremo. La foto tiene más resolución y más precisión», resumió el director de ciencia de la ESA.
Los nuevos datos se ajustan «perfectamente al ‘modelo estándar del Big Bang'», que explica muy bien todas las fluctuaciones de pequeña escala.
«Pero hemos visto fluctuaciones de gran escala que no esperábamos y que no sabemos de dónde vienen. Deben recordar algo del Universo cuando era realmente muy pequeño», interpretó Giménez.
El Planck ha estipulado también cuál es la composición del Universo, corrigiendo ligeramente los parámetros de referencia hasta ahora, de forma que hay un 4,9 por ciento de materia ordinaria, un 26,8 por ciento de la misteriosa materia oscura y un 68,3 por ciento de la aún más enigmática energía oscura.
«No sabemos nada de ella, pero sabemos que es la que está impulsando el Universo. Estamos intentando estudiarla. Por lo menos, Planck nos ha dicho cuánta energía oscura hay», celebró el director de ciencia de la ESA, quien subrayó que «los seres humanos no sólo no somos el centro del Universo, sino que ni siquiera estamos hechos de la materia que lo domina».
Ahora la comunidad científica analizará en profundidad los nuevos datos llegados del espacio mientras se estudia la otra mitad de la información aportada por el Planck para saber «qué pasó con la luz antes de viajar libremente».
Dentro de un año llegará «una nueva remesa de datos» que, por ahora, no se pueden transformar en aplicaciones prácticas.
«Lo que nos mueve para hacer estas cosas es la curiosidad humana, preguntas tan antiguas de la humanidad como de dónde venimos, el origen del Universo y comprender cómo hemos llegado hasta aquí», sentenció.

Por Javier Albisu/París, 21 mar (EFE).-

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here