Canadá y el norte de Estados Unidos están sufriendo una ola de frío extremo en los últimos días. A tal punto que un hombre indigente murió congelado en una parada de autobús en Ohio, uno de los estados más golpeados por el temporal sin precedentes, tanto por su alcance como por su duración.
El deceso se produjo en el centro de Cincinnati, informaron el miércoles medios locales que citan a la policía y a una organización benéfica para personas en situación de calle.
«Jamás he conocido fríos que se instalen durante tanto tiempo en una extensión tan grande», declaró a la agencia AFP el meteorólogo de la agencia federal nacional Environnement Canada, Alexandre Parent.
Según Parent, en este país no se trata tanto de las temperaturas y del enfriamiento causado por el viento, que están batiendo récords y que podrían alcanzar hasta -50 grados Celsius en el norte de Ontario (centro), como de la extensión de la ola de frío y su duración.
En este contexto, la agencia federal lanzó advertencias en algunas provincias contra esta ola de frío extremo vinculada a una corriente de aire ártico. «Estamos entre 10 y 20 grados Celsius por debajo de lo que es habitual en esta estación», señaló Parent.
En Estados Unidos, en tanto, se registraron bajísimas temperaturas en Duluth, Minnesota (-37,7 grados), y Minot, Dakota del Norte (-29 grados).
Asimismo, una tormenta provocó un récord de casi 1.5 metros de nieve en 48 horas en la ciudad de Erie, en Pensilvania, obligando a los funcionarios a declarar estado de emergencia.
El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, anunció que la Guardia Nacional estaba «proporcionando vehículos militares todo terreno de alto rendimiento para ayudar a las agencias locales con la emergencia médica y la respuesta de la policía».
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional, los 86 centímetros de nieve que cayeron el 25 de diciembre fueron la marca más alta que la ciudad haya registrado, batiendo un récord de 1956.
También se registraron temperaturas inusualmente bajas en los estados del Atlántico Norte.
En Nueva York, las autoridades meteorológicas dijeron que habrá temperaturas entre -12.7 y -6.6 grados Celsius hasta el sábado, algo «muy por debajo de lo normal».
