Al menos 22 personas fallecieron en un aluvión en el centro oeste de la capital ecuatoriana, mientras moradores y autoridades de los barrios afectados de Quito intentaban localizar a una veintena de personas reportadas como desaparecidas.
Dos de los 47 heridos trasladados a casas de salud se encuentran en estado “crítico”, mientras otros siete ya fueron dados de alta, según el alcalde de la ciudad, Santiago Guarderas. De acuerdo con el edil, la tempestad que cayó la víspera sobre Quito fue inédita, con 75 litros por metro cuadrado, cuando se esperaban apenas dos litros por metro cuadrado.
El aluvión provocado por el temporal desbordó las infraestructuras de captación pues la capacidad de embalse era de 4.500 metros cúbicos, pero hubo un volumen de 20.000 metros cúbicos, y el agua y lodo bajaron desde el volcán Pichincha, que se erige al oeste de la ciudad, apuntó Guarderas.
Además, la torre de captación, de 9 metros de altura, quedó taponada por lodo y árboles, y el desfogue salió por la quebrada y avanzó atravesando la zona poblada. Hace 47 años sucedió un accidente muy parecido.
Personal de socorro, entre ellos bomberos y militares, se mantienen en labores de rescate y limpieza en el lugar donde al momento no hay servicio eléctrico ni de agua potable y donde se observan viviendas destruidas y otras a punto de colapsar.