En el apogeo del renovado movimiento Black Lives Matter el verano pasado Canadá vio a su primer ministro y al exjefe de policía de Toronto arrodillarse en medio de las protestas, a los premieres tuitear promesas para luchar contra el racismo contra los negros, también cómo las empresas se unían a otros canadienses para publicar casillas negras con declaraciones de solidaridad en los feeds de Instagram en #BlackoutTuesday.
Nueve meses después, durante un mes que conmemora la historia de los negros en este país, activistas como Rodney Diverlus de Black Lives Matter Canada, que todavía están trabajando detrás de escena, quieren saber: ¿dónde están esos cambios?
«Lo que aún no se ha visto es el cambio masivo y la transformación masiva de nuestros sistemas que hemos pedido», manifestó Diverlus.
Diverlus y otros activistas de BLM aseguran que ahora es el momento de aumentar la presión sobre aquellos políticos y empresas que se comprometieron a cambiar las políticas e instituciones que mantienen el racismo anti-negro en Canadá.
Adora Nwofor, presidenta de Black Lives Matter YYC en Calgary, dice que su organización y otras en todo el país no están esperando a los políticos. En cambio, están invirtiendo en las propias comunidades negras.
«Estamos trabajando específicamente en programas de tutoría, obteniendo algunos fondos, tratando de promover algo de alegría para los negros», declaró Nwofor.
Diverlus manifestó que es importante recordar el trabajo contra el racismo negro y pedir a los líderes que actúen no es solo responsabilidad de los negros. El trabajo no termina una vez que se hacen los planes estratégicos, dijo.
«Este es un viaje para toda la vida», afirmó. «Tenemos que comprometernos más allá de leer un libro sobre el racismo contra los negros. De hecho, tenemos que comprometernos de por vida».