Foto: REUTERS
lon Musk va a necesitar más que una serie de mensajes en Twitter para demostrar que Tesla está a la altura del reto que tiene por delante con el inicio de la producción del Model 3.
El fabricante de autos eléctricos está sufriendo una fuerte corrección en Wall Street y vuelve a poner su valoración por debajo de la de General Motors. A los problemas de producción se suman la creciente competencia y dudas sobre los niveles de seguridad que proclama la compañía.
Tesla perdió un 12 % del valor esta semana y casi del 20 % frente al máximo de haces dos semanas. Es suficiente, si se mantiene, para perder el cetro del fabricante estadounidense más valorado en Wall Street. La caída comenzó el lunes, cuando anunció que había realizado menos entregas que las esperadas en el segundo trimestre por un problema “grave” en la producción de las baterías del Model S y Model X.
La jornada del miércoles fue de las de no olvidar. Tesla se desplomó más de un 7 % después de que el banco de inversión Goldman Sachs le rebajó el precio objetivo porque no comparte las proyecciones de producción que hace Musk.
No es la única en Wall Street que pone en duda sus planes. Bernstein, KeyBanc Capital y Cowen también califican de decepcionantes los 22.000 vehículos entregados.
El consenso de Wall Street anticipaba 24.200 entregas entre abril y junio. Los inversionistas tienen, por tanto, más preguntas que respuestas. Los problemas del Model S y el Model X no son nuevos, pero revelan la dificultad que tendrá la compañía para la producción en masa del Model 3.
Por si fuera poco, la escandinava Volvo anunciaba que toda su gama será eléctrica o híbrida en el 2019. Tesla era hasta ahora el líder indiscutible en el mercado de los coches eléctricos y estaba marcando el ritmo en este segmento.
Pero la competencia es cada vez mayor. General Motors comercializa ya desde hace meses el utilitario eléctrico Chevy Bolt.
BMW también anunciaba esta semana planes para introducir una versión eléctrica del su sedán Serie 3 a final de este mismo año.
Por si no bastara, la tormenta perfecta la completó un estudio del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) en el que cuestiona que el Model S sea el auto más seguro de los que se venden en el mercado, como proclama la propia compañía. “Hay mejores opciones”, afirma Dave Zuby tras realizar una serie de pruebas de colisión frontal, en la que le da una calificación de “aceptable”.
El gran problema, según IIHS, es que el diseño del cinturón de seguridad provoca que la cabeza del conductor golpee con demasiada fuerza el volante a través del airbag. Tesla ya hizo cambios en enero pero el problema, según el estudio, persiste. Eso impidió que recibiera la máxima calificación de calidad, que sí lograron el Lincoln Continental, de Ford Motor, el Mercedes E-Class o el Avalon, de Toyota.
Pese a la corrección de esta semana, las acciones de Tesla se siguen pagando a un 50 % del precio al que se negociaban a comienzos de año, y su valoración bursátil ronda los 48.000 millones de dólares, casi 4.000 millones menos que GM. Las acciones de Tesla se cambian a cerca de 350 dólares. Goldman Sachs las ve en este momento en los 180 dólares la unidad, nivel que estaría próximo al mínimo anual.
SANDRO POZZI
Ediciones EL PAÍS, SL 2017.
http://www.eltiempo.com/
