El beneficio neto del grupo japonés Sony se redujo un 36,5 % interanual hasta 582.191 millones de yenes (5.000 millones de euros) en el ejercicio de 2019 (cerrado en marzo), debido en gran parte a una disminución en las ventas de su consola PlayStation 4.
Sus ingresos por ventas disminuyeron un 6,16 % en dicho período, hasta 6,85 billones de yenes (58.960 millones de euros).
El conglomerado tecnológico, cuyo beneficio operativo bajó un 5,45 %, hasta 845.459 millones de yenes (7.270 millones de euros), destacó en su informe financiero que los ingresos operativos de sus segmentos de música y videojuegos, ejes en su estrategia, experimentaron una disminución «significativa», del 38,8 % y 23,4 %.
La caída en su rama de ocio digital estuvo motivada por menores ventas de su consola PlayStation 4 y juegos físicos para ella, que no lograron compensar un aumento de la facturación de sus servicios en línea, incluido PlayStation Plus, y las copias digitales.
«La demanda ha estado incrementándose y creo que esta tendencia va a continuar durante algún tiempo», dijo en la presentación de los resultados el director financiero de Sony, Hiroki Totoki, que reconoció que la pandemia del COVID-19 ha afectado a la producción.
Preguntado sobre el próximo lanzamiento de su nuevo hardware, PlayStation 5, y un potencial retraso por la situación, Totoki suscribió lo reflejado en el informe financiero corporativo y aseguró que los planes del grupo al respecto siguen adelante.
Aunque el teletrabajo o las restricciones en viajes internacionales «han presentado algunos desafíos en el proceso de prueba y de la calificación de las líneas de producción, el desarrollo está progresando, con el lanzamiento de la consola previsto para la temporada de vacaciones de 2020», agregó.
«Por el momento no se ha manifestado ningún problema con los editores (de juegos) externos ni internos», añadió el directivo, que sí reconoció que debido al trabajo remoto «la eficiencia es menor, lo que podría traducirse en que habrá retrasos».
Sobre el empeoramiento del segmento musical, Totoki señaló a la pandemia como un factor de peso. «El lanzamiento de nuevas canciones se ha visto retrasado principalmente porque algunos artistas no han podido grabar los vídeos». Sony ha suspendido todas las grabaciones.
«La venta de CD y merchandising también está disminuyendo», subrayó.
La paralización de la industria cinematográfica es otra de las preocupaciones de la empresa, aunque su rama de películas sí salió a flote en 2019, gracias a «un rendimiento mayor de lo esperado» de «Spider-Man: Far From Home» y «Jumanji: The Next Level», estrenadas durante el ejercicio y antes del golpe a la industria por el virus.
El buen rendimiento del sector de los semiconductores de Sony, que amplió su beneficio operativo un 63,7 % y sus ventas un 21,7 %, logró compensar en gran medida las de sectores del entretenimiento.
Sony también aludió como motivo de su caída del beneficio a un aumento del pago de impuestos vinculado a la suma que ahorró en el año previo gracias a la reforma fiscal de Estados Unidos, con una tasa impositiva efectiva del 22,2 % para el recién concluido ejercicio, comparada con el 4,5 % del anterior.
La empresa aspiraba, además, a recuperar una importante suma por activos de impuestos diferidos en Japón, pero la propagación vírica le impidió llevar a cabo ese saneamiento financiero a tiempo.
En el contexto actual de la pandemia del COVID-19, Sony se abstuvo de realizar ninguna previsión de beneficio para el ejercicio fiscal de 2020, que concluirá en Japón el 31 de marzo de 2021.
«Cuando sea posible hacer una estimación razonable, Sony hará un anuncio de manera oportuna», indicó el conglomerado.
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