La tensión social empezó a bajar en Venezuela tres días después de los comicios luego de que hoy el opositor Henrique Capriles formalizara la petición del reconteo de los votos ante el Poder Electoral, aunque desde el lado oficialista el presidente electo, Nicolás Maduro, siguió haciendo acusaciones.
El clima de crispación que se impuso en el país luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara como ganador a Maduro con solo 1,83 puntos porcentuales por encima de Capriles, que se negó a reconocer al triunfador a menos que se haga un reconteo de votos, se sintió menos tenso esta jornada.
Entre los factores que han influido en esa distensión del ambiente se cuenta la suspensión de la marcha opositora pautada para hoy y la solicitud formal por parte de Capriles ante el CNE de un recuento voto a voto de los resultados de los comicios del domingo.
El jefe nacional de la campaña opositora, Carlos Ocaríz, indicó tras hacer la petición ante el ente electoral que solicitaron la revisión de «boletas, acta, máquinas, huellas y cuadernos» de votación, y que se reunieron con la presidenta del CNE, Tibisay Lucena que prometió responder al caso «con la celeridad posible».
La Conferencia Episcopal venezolana también se pronunció sobre el tema y además de llamar al diálogo, se ofreció a mediar entre las partes y afirmó que el reconteo de los votos «daría tranquilidad a la población» y «reforzaría la autoridad moral» del CNE.
Además, los seguidores de Capriles, fueron llamados por su líder a reclamar desde sus casas con cacelorazos y mantener las protestas fuera de las calles para evitar la violencia que, aseguró, es impulsada por el Gobierno para evitar la discusión del reconteo de votos que solicita.
Capriles se deslindó además de los hechos violentos que pudieran haber protagonizado sus seguidores el pasado lunes cuando la jornada de protestas dejó un saldo de ocho muertos y más de 60 heridos en incidentes por los que hay 170 detenidos.
Los enfrentamientos han pasado ahora a un ámbito político en el que Capriles insiste en que las irregularidades de las elecciones pudieran estar afectando a más de un millón de votos y el presidente electo señala que los fallecidos y heridos del lunes fueron víctimas de un «ataque fascista».
Maduro, sucesor del fallecido gobernante Hugo Chávez ha llamado reiteradamente «asesino» a Capriles, y ha dicho que tendrá que ir ante la Justicia al considerarlo responsable de las protestas del lunes tras su proclamación como presidente electo ante el CNE.
Hoy declaró como «mártir» y «héroe» a cada una de las ocho personas fallecidas en esas manifestaciones postelectorales e informó que ha ordenado al ministro de Interior, Néstor Reverol, y a la Policía Científica que se aceleren las investigaciones para dar con los responsables de estas muertes.
Aseguró, sin embargo, que acatará «total y plenamente» la decisión que tome el CNE con respecto a la solicitud de revisión de los resultados de los comicios hecha por la oposición aunque resaltó que ya el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) «avaló los resultados».
La presidenta del TSJ señaló que en Venezuela el sistema electoral es absolutamente sistematizado de modo que el conteo manual «no existe».
Maduro también dijo que era «obsceno» el intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela después de que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, apoyara a Capriles en su petición de recuento de votos.
«Ahí están los Estados Unidos, John Kerry, del Departamento de Estado, hablando de Venezuela. ¿Qué tiene que hablar usted de Venezuela? Si bastantes problemas económicos, sociales y políticos agobian al pueblo de los EE.UU.», afirmó Maduro que restó importancia a que ese país lo reconozca como jefe de Estado.
El Gobierno estadounidense aún no ha decidido si reconocerá o no a Maduro como presidente electo, indicó Kerry en su primera alusión a las elecciones venezolanas que concluyeron con estrechos resultados: 7.575.506 votos del oficialismo contra 7.302.641 de la oposición.
«Debe haber un recuento», aseguró el secretario de Estado al advertir además de que, si Estados Unidos comprueba que hubo «enormes irregularidades» en el proceso electoral, como denuncia la oposición, hará «preguntas serias al respecto».
Caracas, 17 abr (EFE).-