Por Vilma Filici / filici@filici.com
Hace un par de semanas llegó un cliente a mi oficina, un ciudadano mexicano que se casó con una ciudadana canadiense en México, se vinieron a vivir a Canadá, presentaron la solicitud de patrocinio de pareja dentro del país, tuvieron un hijo, pero después de aproximadamente un año de vivir aquí se separaron y ahora están en proceso de divorcio. Ella le quitó el patrocinio y el cliente me preguntó qué podía hacer.
Le expliqué que en el momento en que el patrocinador retira el patrocinio ya no existe una solicitud, y que por lo tanto la solicitud que había presentado va a ser rechazada porque estaba basada en un patrocinio de familia que ya no existe.
De entrada, lo primero que se puede hacer en este tipo de casos es procesar una solicitud por Razones Humanitarias y de compasión. Obviamente hay que demostrar que en realidad fue una relación genuina en su momento, que vivieron juntos y que este joven no se casó con ella solo para obtener la residencia permanente. Obviamente el hecho de que haya un hijo de ambos le va a dar credibilidad a él, y hay que explorar la relación que tiene con el niño y evaluar de qué manera va a ser afectado el pequeño si hay una separación con su padre.
Hay que recordar que la Ley de Inmigración es muy estricta en el sentido de examinar de qué manera va a ser afectado un niño cuando se tiene que tomar una decisión sobre una solicitud de si los padres se quedan o no en Canadá. El hecho de que este joven tenga un hijo en Canadá obviamente no significa que automáticamente le van a permitir quedarse en el país, pero sí significa que el Oficial de Inmigración que reciba su caso va a examinar cuidadosamente de qué manera puede ser afectada esa criatura.
También se tiene que examinar cómo va a ser afectado ese padre al ser separado del niño, y cómo contribuye el padre al bienestar del niño, por ejemplo, si le está pagando manutención, cuántas veces por semana lo ve, qué actividades tiene con el niño, y obviamente después, como en todo caso de Razones Humanitarias y de Compasión, se tiene que analizar cuánto tiempo hace que este señor llegó a Canadá, si está trabajando, qué tipo de trabajo hace. Si es un trabajo que está en demanda en el país se puede argumentar que tiene un trabajo que está en mucha demanda y que lo necesitan en el empleo.
Además, se debe examinar qué tipo de actividades comunitarias tiene esta persona, si pertenece a algún club o a una organización comunitaria, a una iglesia, si hace trabajo voluntario, cuáles son sus bienes en Canadá en términos de ahorro, de autos, de propiedades, qué familia tiene (aparte de la exesposa y el hijo), qué núcleo de amistades y personas que lo puedan ayudar tiene, etc.
También se tiene que analizar cuál va a ser el impacto para él si se tiene que regresar a México, se debe mirar qué posibilidades de trabajo tiene allá, que familia tiene allá, etc.
El cliente me preguntó también qué tan beneficioso sería para él si después de la separación de su esposa estuviera involucrado en otra relación sentimental, y la respuesta es que todo depende, porque si empieza otra relación con otra persona, después de un año de vivir juntos, o si ya se ha divorciado de la primera esposa y se casan, esta nueva pareja lo puede patrocinar.
Pero se debe tener mucho cuidado en demostrar que con la pareja inicial tenía una relación genuina y que no fue solamente para que ella lo patrocinara. En este caso hay un niño de por medio por lo que la genuinidad de la relación es más fácil de demostrar. Pero siempre que se procesa un patrocinio de pareja, ya sea pareja en unión libre o pareja que están casados, se debe demostrar que es una relación genuina y que no se ha formado esta relación solo para obtener la residencia permanente.
En este caso en particular esta persona tendría que probar lo anterior y hay que explicar también qué fue lo que sucedió, si hubo infidelidad o si la separación simplemente se dio por incompatibilidad de caracteres. Hay que aclarar por qué no funcionó la relación anterior y dejando muy claro que esta relación era real, y que ahora está en otra relación, y demostrar que esta nueva relación también es genuina y que no está entrando en ella solo por conseguir la residencia permanente.
Pero además del proceso por Razones Humanitarias y de Compasión, también se debe evaluar si esta persona califica como trabajador calificado o bajo el programa Clase Experiencia Canadiense (Canadian Experience Class), que es el programa que permite que las personas vengan a Canadá y trabajen durante un año con permiso de trabajo. Si esta persona tiene suficiente puntaje, tal vez conviene más procesar su caso bajo los programas económicos en vez de hacer una solicitud por Razones Humanitarias y de Compasión.
Lo claro aquí es que el hecho de que la expareja le haya cancelado el patrocinio no significa que no va a poder obtener la residencia si califica para cualquier otro programa canadiense.
Ahora, si en la relación anterior hubiera habido abuso por parte de la pareja hacia esta persona, la situación cambiaría dramáticamente porque Canadá siempre ha tenido la política de que, si una persona se encuentra en una relación abusiva, ya sea abuso financiero, sexual, físico, psicológico, etc., se puede hacer una solicitud por Razones Humanitarias y de Compasión para que le permitieran obtener la residencia permanente por ese medio. Pero obviamente, cuando procesamos este tipo de casos, sabemos que la decisión queda a total discreción del Oficial de Inmigración y que por lo tanto no hay ninguna garantía de que le permitan a la persona quedarse en el país.
Pero en el mes de junio del año pasado se estableció en Canadá una nueva política migratoria que establece que en situaciones donde hay ruptura de patrocinio porque hubo abuso por parte del patrocinador hacia el solicitante, se le permite a la persona continuar con el trámite de residencia permanente hasta llegar a obtener la residencia, a pesar de que se quite al patrocinador.
Yo he tenido muchos casos de este tipo, y concretamente de hombres que estaban siendo abusados por sus parejas por su condición de necesitar al patrocinador para obtener la residencia. Me acuerdo de un caso en específico donde la pareja tenía tres hijos, y en algún momento la patrocinadora, que era ciudadana canadiense, se dio cuenta que ella podía recibir más dinero de asistencia social de lo que el esposo, trabajando con un salario mínimo, podía traer a la casa. Así es que lo echó de la casa, le prohibió ver a los niños y lo amenazó con que lo iba a reportar a Inmigración y lo iba a hacer deportar.
Este señor vino a mi oficina, le procesamos el caso por Razones Humanitarias y tuvimos éxito. Primero obtuvo la aprobación para la residencia, luego lo mandé a ver a un abogado de familia y peleó por el derecho de poder ver a sus hijos y le dieron custodia compartida porque pudo probar que su exmujer lo había abusado y le había negado el derecho de poder compartir con sus hijos.
Pero ahora, con la nueva legislación, es más fácil el proceso porque únicamente se debe probar el abuso y ya no queda a discreción del Oficial de Inmigración si permite que la persona se quede en Canadá o no. Pero definitivamente se debe probar el abuso, por lo que si hay abuso físico hay que reportarlo a la policía, ir a ver a un médico, a un psicólogo, que haya personas que puedan dar declaraciones juradas si están al tanto del abuso, hay que poder demostrarlo, porque con solo ir a decir que se es abusado, sin pruebas, va a ser muy difícil que lo acepten.