El exdirector de la petrolera estatal de México fue detenido en España por delitos de corrupción en una de las capturas de más alto perfil desde que el nuevo gobierno llegó al poder hace más de un año con la promesa de combatir a los corruptos.
El fiscal general Alejandro Gertz Manero dijo el miércoles en una radio local que Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), fue arrestado en Málaga, al sur de España, y que México va a iniciar las gestiones para extraditarlo. Un juez de la Audiencia Nacional española tiene previsto tomarle testimonio el jueves en Madrid, el primer paso para iniciar este proceso.
Lozoya dirigió Pemex de 2012 a 2016, mientras gobernó Enrique Peña Nieto, de quien fue un colaborador cercano.
En 2019 se emitieron varias órdenes de aprehensión en su contra, una de ellas por estar vinculado al caso Odebrecht, la red de sobornos con la que esta constructora brasileña se garantizaba contratos en América Latina. Otra orden fue por la venta de una planta de fertilizantes a Pemex a un precio inflado.
Gertz Manero no aclaró por qué cargos se le había detenido y se refirió a Lozoya como un “caso icónico”. Agregó que se logró la detención después de casi un año de investigación y de colaboración con autoridades europeas.
Si se confirmara que el arresto es por Odebrecht, sería el primer alto funcionario mexicano detenido por el caso, pero si fuera por otro –considerando el poder que tuvo Lozoya y su cercanía con Peña Nieto– expertos coinciden en que supone un éxito para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Es una señal positiva”, dijo Eduardo Bohórquez, director de la organización Transparencia Mexicana, aunque matizó: “ésta tendría que ser la primera de muchas detenciones, falta ver si realmente hay una red desmantelada y si se recuperan los activos desviados”.
El gobierno español indicó que México buscaba a Lozoya por hechos ocurridos en 2012 y 2013 y, citando a la fiscalía mexicana, dijo que el total defraudado se estima en 280 millones de dólares.
Las labores de búsqueda internacional a través de Interpol iniciaron en mayo. Las autoridades españolas consiguieron indicios que lo situaban en distintos lugares de ese país pero, según un comunicado del Ministerio del Interior, el “alto poder adquisitivo y sus lazos internacionales complicaban su localización”.
Para Gerardo Rodríguez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de las Américas de Puebla, se trata del “golpe más importante en la lucha contra la corrupción en México” porque se basa en datos de inteligencia financiera y porque “Lozoya es el arquetipo del tecnócrata corrupto internacional mexicano”, cercano a un expresidente y que involucró a su familia en sus negocios. De hecho, hay un proceso abierto en México contra su madre, que se encuentra en arresto domiciliario.
Santiago Nieto, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), indicó que su oficina había presentado denuncias formales contra Lozoya por el caso Odebrecht, por la venta de la planta de fertilizantes y por defraudación fiscal. Agregó que tiene abiertas investigaciones por otros dos casos y que indaga un tercero vinculado a un astillero de España.
A fines de 2016, Odebrecht llegó a un acuerdo con la justicia estadounidense para pagar millones de dólares en multas y como parte de ese pacto divulgó detalles sobre sobornos en varios países, entre ellos, el pago de 10,5 millones de dólares a los funcionarios de Pemex entre 2010 y 2014.
El escándalo creció a finales de 2017 con la divulgación de una serie de videos de supuestos testimonios judiciales de exejecutivos de la constructora brasileña que involucraban directamente a Lozoya.
El exfuncionario negó siempre haber recibido sobornos, pero en las grabaciones los ejecutivos de Odebrecht explicaban con detalle cómo los ayudó a conseguir contratos y le pagaron por ello.
La Fiscalía mexicana se comprometió el año pasado a reactivar las investigaciones contra Lozoya, en especial la de Odebrecht, que se habían quedado en un punto muerto durante la anterior administración. En 2019, le congelaron las cuentas y fue inhabilitado para cargos públicos.
El abogado de Lozoya, Javier Coello Trejo, aseguró que su cliente está convencido de que no existen elementos en su contra en la investigación y dijo no saber si Lozoya va a aceptar o no la extradición.
Al margen de cuándo pueda regresar a México, el director de Transparencia Mexicana mostró su preocupación de que el caso pueda caerse o que Lozoya pueda llegar a acuerdos judiciales que minimicen su responsabilidad. Por eso, enfatizó la importancia de atacar todo el entramado operativo que hay debajo –empresas, prestanombres, intermediarios– y la red política de protección que hay encima.
“La parte difícil es la política”, señaló Bohórquez. “Será Lozoya quien pueda informar de otros actores y si alcanza o no a Enrique Peña Nieto dependerá de muchas cosas”.