SpaceX completó el domingo la última prueba importante de su cápsula para tripulación antes del lanzamiento de astronautas en los próximos meses, simulando una situación de escape de emergencia poco después del despegue.
Ninguna persona se encontraba a bordo de la cápsula durante la prueba en los cielos sobre Cabo Cañaveral, solo dos maniquíes.
El vuelo de nueve minutos terminó cuando la cápsula para tripulación Dragón descendió con paracaídas a salvo en el océano Atlántico, después de desmontarse y alejarse a toda velocidad del cohete, que estalló.“Me siento súper encendido”, dijo Elon Musk, fundador y director ejecutivo de la compañía, a los reporteros. “Va a ser maravilloso llevar a los astronautas a la órbita desde territorio estadounidense después de casi una década de no poder hacerlo. Eso es simplemente súper emocionante”.
Los astronautas de la NASA no han salido desde Estados Unidos desde que el programa de transbordadores espaciales llegó a su fin en 2011. Musk y el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, dijeron que la siguiente Cápsula Dragón podría ser lanzada con un par de astronautas en el segundo trimestre de este año, a partir de abril.
El cohete Falcon 9 estalló como es normal, pero apenas después de un minuto en su vuelo supersónico, la Cápsula Dragón se catapultó a una altura de 20 kilómetros (12 millas) sobre el Atlántico. Los potentes propulsores de la cápsula la alejaron de la zona de riesgo, mientras los motores del cohete se apagaron deliberadamente y el cohete salió de control y se convirtió en una gigantesca bola de fuego.
La cápsula alcanzó una altura de aproximadamente 44 kilómetros (27 millas) antes de lanzarse en paracaídas al océano para poner fin al vuelo de prueba.
La gerente del programa de tripulación comercial de la NASA, Kathy Lueders, dijo que la prueba de aborto de lanzamiento fue “nuestro último hito” antes de permitir que el SpaceX parta con Doug Hurley y Robert Behnken a la Estación Espacial Internacional. La fecha de su lanzamiento dependerá, en parte, de si la NASA decide mantenerlos por meses en el laboratorio en órbita, en vez de una semana o dos. Una misión más larga requeriría mayor entrenamiento antes del vuelo.