Un sismo de magnitud 6,6 en la escala abierta de Richter, con epicentro en la costa del Pacífico, sacudió la madrugada de este jueves El Salvador, sin que hasta el momento se reporten «daños graves generalizados», informaron las autoridades.
El temblor se registró a las 03.06 hora local (09.06 GMT), tuvo una profundidad focal de 48 kilómetros y su epicentro se situó frente a la costa del departamento de La Libertad, a 66 kilómetros al sur de la playa Mizata, indicó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Tras el potente sismo, el director general de Protección Civil, Jorge Meléndez, aseguró en una entrevista con la estatal Radio Nacional que no se registran «daños graves generalizados» y pidió calma a la población.
El MARN reportó al menos 7 réplicas con magnitudes entre 4,1 y 5,0 tras sismo principal de magnitud 6,6 frente a costa del referido departamento y señaló que se esperan «variaciones del nivel de mar de hasta 30 centímetros» en toda la costa salvadoreña.
Por su parte, el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, anunció la suspensión de clases por 24 horas en las escuelas cercanas a la costa y que «dependerá de los reportes si se toman otras medidas».
Protección Civil indicó en sus redes sociales que zonas del departamento de San Salvador y Usulután (este) se encuentran sin energía eléctrica y que fue cerrada la principal carretera que conecta el centro con el oeste del país por riesgos de derrumbes en el tramo conocido como «Los Chorros».
Pasadas las 04.00 hora local (10.00 GMT), el Viceministerio de Transporte (VMT) habilitó el paso en la zona tras constatar que «no existen derrumbes», pese a que un cuerpo de socorro publicó fotografías en sus redes sociales de supuestos desprendimientos de piedras.
En El Salvador, la mayoría de los temblores que se producen habitualmente tienen su origen en aguas del océano Pacífico y a mucha mayor profundidad, lo que en ocasiones los hace imperceptibles para la población.
No obstante, los que se originan en tierra próximos a la superficie son más sentidos y dañinos, por lo que generan alarma entre los habitantes.
Los últimos movimientos telúricos que se registraron en El Salvador ocurrieron en año 2001, de magnitud 7,7 y 6,6.
El primero tuvo lugar en el océano Pacífico frente a la costa oriental del país el 13 de enero y causó 944 muertos, mientras que el 13 se febrero del mismo año hubo otro con epicentro en el departamento de San Vicente (este) que ocasionó 315 muertos, dañó 82 edificios públicos y destruyó 41.302 viviendas.