Las autoridades rusas confirmaron la muerte de 41 de los 78 ocupantes del avión Sukhoi Superjet-100 que se incendió en Moscú tras efectuar un aterrizaje de emergencia.
Según algunas fuentes, una de las causas más probables del retorno del aparato a Sheremétivo fue el impacto de un rayo que afectó al funcionamiento de los equipos de abordo.
«Han muerto 41 personas», dijo la portavoz del Comité de Instrucción ruso en Moscú, Elena Markovsksya.
El aparato, perteneciente a la compañía rusa Aeroflot y con 73 personas a bordo, había despegado del aeropuerto de Sheremétievo con destino a la ciudad de Múrmansk, en el noroeste de Rusia, pero minutos después sus pilotos informaron a la torre de control de problemas a bordo y decidieron regresar y efectuar un aterrizaje de emergencia.
«No lo consiguió en el primer intento y en el segundo el tren de aterrizaje impactó contra la pista, al igual que el morro del aparato, y se produjo el incendio», dijo una fuente de los servicios de emergencia a Interfax.
Según la oficina de prensa del aeropuerto, el Superjet-100, que realizaba el vuelo SU-1492, había despegado con normalidad a las 6:02 p.m. y 28 minutos después se produjo el aterrizaje que concluyó con el avión en llamas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas e impartió instrucciones de prestarles todo tipo de asistencia, informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
De momento se desconoce el problema que obligó a los pilotos del Superjet-100, un avión de fabricación rusa, a regresar al aeropuerto de Sheremétievo, aunque una fuente citada por TASS indicó como la causa más probable el impacto de un rayo en la aeronave.
El accidente en Sheremétievo obligó a cancelar o aplazar más 100 vuelos en los tres aeropuertos más importantes de Moscú.