
Embajadores nombrados por el jefe del Congreso y presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, se reunieron en Bogotá para diseñar una estrategia de presión, que incluya a Rusia y China, sobre el régimen de Nicolás Maduro.
Unos 13 diplomáticos opositores buscaron que las decenas de países que los apoyan, liderados por Estados Unidos y Colombia, incrementen las sanciones contra Maduro y sus colaboradores, acusados por el colapso económico y el deterioro de la democracia.
«Queremos tener todo lo que significa la estrategia para acercar a países como Rusia y China para que sean parte de la solución», dijo el expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Julio Borges, exiliado en Bogotá.
Rusia y China hacen parte de un grupo de países que mantienen su apoyo a Maduro.
Venezuela completa cinco años de recesión, con una hiperinflación que ha deteriorado el ingreso de las familias y provocado la migración de más 3 millones de personas, según Naciones Unidas.
«Para nosotros es una honra que Colombia sea la sede de este primer encuentro de embajadores de Juan Guaidó», dijo el canciller Carlos Holmes Trujillo.
Pese a la presión internacional y a las protestas, Maduro aún controla las instituciones estatales y mantiene el respaldo de la cúpula castrense y de una parte de la población.