El ministro de finanzas, Bill Morneau, presentó esta semana un presupuesto preelectoral diseñado para calmar a los canadienses preocupados por jubilarse con seguridad financiera, obtener las habilidades que necesitan para conseguir nuevos empleos o poder comprar una primera vivienda.
El cuarto presupuesto de Trudeau, es un trampolín para la plataforma liberal que se dirige a la campaña electoral del otoño, tiene pocos programas exclusivos, pero ofrece varios programas nuevos de menor costo que se dirigen a las principales circunscripciones electorales: Millennials, trabajadores, empresas y adultos mayores.
Pero para los opositores al gobierno, el presupuesto de Justin Trudeau para el 2019 es un intento flagrante de sobornar a los votantes con su propio dinero para que su gobierno liberal vuelva al poder en las elecciones del 21 de octubre, justo dentro de siete meses.
Para los expertos Trudeau busca con este presupuesto convencer a la gran clase media canadiense de su gestión y de esta manera lograr el apoyo de ellos en las próximas elecciones y así conseguir su reelección, algo que cada vez se ve más distante, luego del reciente escándalo de SNC-Lavalin presentado ante el comité de justicia de los Comunes.
¿Pero cuales son los beneficios que trae este presupuesto 2019 para los canadienses?
- Hacer que la compra de una vivienda sea más accesible para compradores primerizos mediante la implementación de un Incentivo para Compradores de Vivienda por Primera Vez, un programa de hipotecas con capital compartido que reduciría los pagos de la hipoteca que se requieren para ser propietario de una vivienda; y proporcionando un mayor acceso a los ahorros de su Plan Registrado de Ahorro para la Jubilación para la compra de una vivienda.
- Ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas habilidades con la creación de la nueva Prestación de Formación de Canadá, una prestación que dará dinero a trabajadores para ayudar a pagar formaciones, proporcionarles apoyo a los ingresos durante la formación y; con la cooperación de las provincias y los territorios, ofrecerles protección laboral para que puedan tomarse el tiempo que necesiten para mantener sus habilidades relevantes y a la demanda.
- Preparar a los jóvenes canadienses para buenos trabajos ayudando a que la educación sea más accesible a través de tasas de interés más bajas en los préstamos estudiantiles de Canadá, haciendo que el período de gracia de seis meses sin intereses después de que el prestatario de un préstamo estudiantil termine sus estudios, y creando hasta 84,000 nuevos puestos de trabajo estudiantiles por año para el 2023-24.
- Ayudar a los canadienses con el costo de los medicamentos recetados tomando medidas hacia un plan nacional de fármacos, comenzando con la creación de una nueva Agencia Canadiense de Medicamentos que podría reducir los costos de los medicamentos de los canadienses hasta en 3.000 millones de dólares al año, desarrollando un formulario nacional de medicamentos recetados, y una estrategia nacional de medicamentos de alto costo para enfermedades raras.
- Apoyar a las personas mayores canadienses de bajos ingresos que opten por permanecer en la fuerza laboral mediante la mejora de la exoneración de ingresos del Suplemento de Ingresos Garantizados para que puedan conservar de manera efectiva una mayor parte de sus ingresos ganados con esfuerzo.
- Apoyar las prioridades de infraestructura local de las municipalidades proponiendo un incremento único de $2.200 millones a través del Fondo federal del Impuesto a la Gasolina, que duplicará el compromiso del Gobierno con las municipalidades en 2018-19 y asegurará que las comunidades cuenten con los fondos que necesitan para pagar las reparaciones cruciales y otros proyectos locales importantes.
- Dar a todos los canadienses acceso a Internet de alta velocidad para que todos los hogares y negocios canadienses tengan acceso a Internet de alta velocidad de 50 Mbps sin importar donde vivan, incluyendo personas y negocios en comunidades rurales, remotas y del norte.
- Reducir los costos de energía de los canadienses al asociarse con la Federación de Municipios Canadienses para aumentar la eficiencia energética en edificios residenciales, comerciales y de usos múltiples, y al introducir un nuevo incentivo para la compra de vehículos con baterías eléctricas o celdas de combustible de hidrógeno con un precio de venta sugerido por el fabricante inferior a $45,000.
- Promover la reconciliación con los pueblos indígenas a través de nuevas medidas para ayudar a mejorar la calidad de vida de las Primeras Naciones, los inuit y los pueblos Métis en Canadá y promover la autodeterminación con inversiones para mejorar la calidad del agua; preservar, revitalizar y promover las lenguas indígenas; mejorar la calidad de la educación y la atención de la salud de los niños indígenas de una manera culturalmente relevante; y promover el espíritu empresarial y los negocios indígenas.
Según el ministro, con las nuevas inversiones en el Presupuesto 2019, combinadas con menores impuestos, más dinero en sus bolsillos cada mes y mejores empleos, hay buenas razones para que los canadienses de clase media se sientan más seguros de lo que el futuro les depara a ellos y a sus familias.
Esto a simple vista se ve bien, pero la realidad es que Trudeau no cumplió con lo prometido en la campana electoral del 2015, cuando afirmo que el país tendría un superávit presupuestario de $ 1,000 millones en el año fiscal 2019-2020. Por el contrario, el presupuesto que presento Trudeau, esta semana, dice que el país tendrá un déficit de $ 19.8 mil millones, sin un camino de regreso a un presupuesto equilibrado a corto plazo.
Trudeau también dijo en las elecciones de 2015 que el PIB de Canadá, un indicador clave de la salud económica general, sería del 27% en 2019-20. Este presupuesto lo sitúa en el 30,7%.
Al parecer los números y los escándalos no favorecen al primer ministro canadiense, que se juega la vida en las elecciones federales donde la clase media tendrá la responsabilidad de favorecerlo o crucificarlo.